

Recientes descubrimientos publicados en la reconocida revista BMJ, explican cómo la integración del ejercicio diario actúa como una potente herramienta en el tratamiento contra la depresión.
La investigación destaca que, aunque el ejercicio intenso ofrece mejoras notables, actividades más moderadas como el yoga, el baile y el entrenamiento con pesas son opciones igualmente valiosas para el cerebro.
Los beneficios de estos ejercicios trascienden lo puramente físico, extendiéndose hacia una esfera más amplia de la salud mental. Seguí leyendo para enterarte todo lo que menciona este estudio científico.
Salud mental: el estudio científico que avala el yoga, el baile y el entrenamiento con pesas para combatir la depresión
Según un artículo publicado en el sitio EveryDay Health, la investigación respalda de manera contundente la integración del ejercicio físico en las pautas clínicas para abordar la depresión.
Los autores del estudio enfatizan que "nuestros hallazgos apoyan la inclusión del ejercicio como parte de las pautas clínicas para la depresión".

Según una encuesta de Gallup realizada en 2023, la depresión es una carga cada vez mayor en la sociedad moderna, con un 29% de adultos estadounidenses reportando haber sido diagnosticados con esta condición en algún momento de sus vidas. Este porcentaje representa un aumento significativo de casi 10 puntos porcentuales desde 2015.
Además, la depresión se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, accidentes cerebrovasculares, dolor crónico y enfermedad como Alzheimer.
Aunque el ejercicio se recomienda con frecuencia como parte del tratamiento para la depresión, las pautas y revisiones anteriores ofrecen hallazgos contradictorios sobre qué ejercicios y niveles de intensidad proporcionan el mayor beneficio.
Para aportar más claridad a este tema, los investigadores examinaron bases de datos en busca de ensayos aleatorizados que compararan el ejercicio como tratamiento para la depresión con tratamientos establecidos como antidepresivos y terapia cognitivo-conductual. Además, compararon tratamientos con controles activos, que incluían atención habitual, apoyo social, tabletas de placebo o ningún tratamiento en absoluto.
Los resultados de más de 200 ensayos relevantes, que involucraron a 14.170 participantes con depresión, arrojaron sorprendentes respuestas sobre la eficacia del ejercicio en el tratamiento de la enfermedad.
Se consideraron factores como el tipo, la intensidad y la frecuencia de cada intervención de ejercicio, así como factores potencialmente influyentes como el sexo, la edad y los niveles iniciales de depresión de los participantes.

Los hallazgos clave de la investigación incluyen:
- Se observaron reducciones significativas en la depresión en personas que practicaban baile.
- Se encontraron reducciones moderadas de los síntomas para caminar o trotar, yoga, entrenamiento de fuerza, ejercicios aeróbicos mixtos, tai chi o qigong.
- Se encontraron efectos moderados y clínicamente significativos cuando el ejercicio se combinó con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o terapia, lo que sugiere que el ejercicio podría proporcionar beneficios adicionales a los tratamientos tradicionales.
- El ejercicio demostró ser efectivo tanto para personas con y sin otras condiciones de salud, como para personas con diferentes niveles iniciales de depresión.
Los resultados también revelaron que:
- El yoga fue más efectivo para mejorar la depresión entre adultos mayores, mientras que el entrenamiento de fuerza fue más efectivo entre personas más jóvenes.
- Caminar o trotar fueron efectivos tanto para hombres como para mujeres, pero el entrenamiento de fuerza fue más efectivo para mujeres, y el yoga o el qigong fue más efectivo para hombres.

Salud mental: el papel del ejercicio en la lucha contra la depresión
Aunque actividades físicas ligeras como caminar y practicar yoga proporcionaron efectos significativos, los beneficios se magnificaron con ejercicios vigorosos como correr y entrenamiento intercalado, según lo revelado por el análisis.
El Dr. Wengel comenta: "existe una especie de efecto de dosis con el ejercicio. A mayor intensidad, mayores son los efectos. Si un poco es beneficioso, mucho puede ser aún mejor para aquellos capaces de realizar ejercicios vigorosos de manera segura".
Sin embargo, advierte sobre la precaución necesaria: "Para algunas personas, debido a condiciones cardíacas o de salud, participar en actividades de alta intensidad puede no ser seguro".
Además, agregó: "antes de iniciar un programa deejercicios, especialmente uno vigoroso, es fundamental consultar primero con su médico".
Salud mental: los beneficios del ejercicio en el estado de ánimo y la depresión
Aunque no se comprende completamente por qué el ejercicio ayuda con la depresión, el Dr. Wengel sugiere que se debe a múltiples factores: "hay un componente social en ciertos tipos de ejercicios que podría potenciar sus efectos, como cuando se asiste a clases o se sale a caminar con amigos. Sabemos que estar rodeado de otras personas puede mejorar nuestro ánimo".

Además, destaca los beneficios de estar en contacto con la naturaleza: "Para aquellos que realizan actividades como caminar o practicar yoga al aire libre en parques, pueden obtener beneficios adicionales para reducir el estrés, además de los beneficios de la actividad física en sí".
El aumento de un químico cerebral llamado factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) también se ha relacionado con la actividad física, explica el Dr. Wengel: "El BDNF parece tener efectos positivos en el cerebro, haciendo que las neuronas sean más saludables y felices".
Finalmente, el Dr. Hoffman aporta otro aspecto clave: "Hay un principio básico en la depresión que sugiere que la activación conductual es útil. Realizar cualquier actividad, por pequeña que sea, puede aumentar la capacidad para realizar otras tareas".












