

Aunque aún mucho no se habla de él, el síndrome metabólico es una de las patologías que más creció en los últimos tiempos. Se trata de la combinación de cinco trastornos que juntos, se convierten enfactores de riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.
Desde su portal, Mayo Clinic, la distinguida institución médica de los Estados Unidos, detalla los trastornos en cuestión: aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.
Al mismo tiempo aclara que, con sólo uno de estos factores, no significa que el paciente sea diagnosticado con el síndrome metabólico.
Síndrome metabólico: quiénes pueden padecerlo
Mientras que Mayo Clinic asegura que la prevalencia del Síndrome en Estados Unidos es de 1 por cada 3 adultos mayores, en España, según el Estudio Darios del Institut de Recerca Hospital del Mar, el 30 por ciento de la población padece este trastorno.

El síndrome metabólico está asociado a las personas con cuerpo en forma de manzana con cinturas anchas y abdomen abultado. Según Medline, publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el exceso de grasa alrededor de la cintura es un factor de riesgo mayor para enfermedades del corazón.
¿Se puede prevenir el Síndrome metabólico?
Como es de esperar, el Síndrome metabólico está estrechamente ligado con el sobrepeso, la obesidad y la falta de actividad física y, en algunos casos, también con la resistencia a la insulina. Se trata de una afección en la que al no responder adecuadamente a la insulina, los niveles de glucemia aumentan.

.En ese sentido, y en términos de prevención, existen dos caminos: llevar una dieta equilibrada y realizar actividad física, ya sea a través de la práctica de un deporte o no.
- Tipo de alimentación a seguir
Existe un consenso generalizado respecto de los beneficios para la salud de la dieta mediterránea rica en fruta y verduras y baja en grasas saturadas. Qué productos no deben faltar:
pescados -3 a 4 veces por semana por su aporte en aceites grasos-
frutas y verduras- 5 piezas al día-
aceite de oliva -5 cucharadas por día-
frutos secos
carne roja -sólo un día a la semana-.
lácteos -una sola porción-
preferentemente, eliminar totalmente el consumo de alcohol.
En cuanto al ejercicio físico, existen algunos estudios científicos recientes indican que el deporte podría ser aún más efectivo frente a las enfermedades cardiovasculares que la alimentación.
En cualquier caso, lo importante es combinar ambas estrategias sin abandonar ninguna de ellas. Ante la sospecha de sufrir este síndrome o al menos uno de los trastornos que lo incluyen, se recomienda la consulta con un profesional de la salud.









