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Los huevos fritos son un plato clásico en todas las cocinas del mundo. Existen miles de trucos y técnicas para potenciar su preparación y realzar su sabor, pero pocas son tan eficientes como la de echarle un poco de soda.

Por qué recomiendan poner soda en los huevos fritos

A simple vista, fritar parece una de las cocciones más básicas de la cocina. Sin embargo, pequeños gestos pueden marcar la diferencia en el resultado final. En los últimos tiempos ganó popularidad tirar un poco de soda en la cocción del huevo.

El secreto de la técnica se oculta detrás de la combinación de líquido y burbujas. Al entrar en contacto con la sartén caliente, el agua se evapora rápidamente y genera vapor. Ese vapor envuelve al huevo y ayuda a cocinar la clara desde arriba, algo que el calor directo de la sartén no siempre consigue por sí solo.

De esta manera, la clara se vuelve blanca y firme de forma pareja, sin quedar gomosa ni cruda en la superficie, mientras la yema conserva su textura cremosa. El resultado es una cocción más uniforme y controlada.

Cómo aplicar el truco de la soda para el huevo frito

Para poner en práctica este método no hace falta experiencia ni utensilios especiales. Primero, se debe calentar una sartén antiadherente con apenas unas gotas de aceite, lo justo para que el huevo no se pegue. Cuando el aceite esté caliente, romper el huevo y dejar que la clara empiece a coagular en la base durante unos segundos.

En ese momento, agregar una o dos cucharadas de agua con gas en un costado de la sartén (nunca directamente sobre la yema), tapar inmediatamente y dejar cocinar entre 20 y 40 segundos. El vapor hará su trabajo: la clara se terminará de cocinar por arriba mientras la yema queda a punto. Destapar, retirarlo del fuego y servir enseguida para disfrutar la mejor textura.