

Las llamaradas estelares son comunes en los astros gigantes y el eje de nuestro sistema planetario no es la excepción. Por eso, esta superllamarada del Sol podría ser uno de las más potentes y los especialistas comparan este fenómeno con el evento de Carrington con una fuerza incluso 10.000 veces superior.
Así como los eclipses y el paso de los cometas, las contingencias solares se producen cada cientos de años con un fuerte impacto en la Tierra con intensidades distintas. Por eso, todas son diferentes y no afecta de la misma forma a nuestro planeta.
¿Qué es una superllamarada solar?
Cada determinado período de tiempo, el Sol emite llamaradas pequeñas, aunque también es capaz de emitir algunas de mucha mayor intensidad. Sin embargo, todavía no está clara la frecuencia de estos eventos, así como tampoco se conoce su potencia.
Un equipo de científicos descubrió que todas las estrellas que tienen una composición parecida a la de nuestro Sol actúan de la misma manera. Al estudiar algunos astros con temperaturas y brillo similares, se pudieron ver casi 3000 fenómenos en más de 2500 cuerpos celestes.
De esta forma, se determinó que los eventos solares ocurren cada 100 años aproximadamente en astros similares. La principal conclusión fue que las superllamaradas tienen cerca de 10.000 veces la potencia del evento de Carrington de 1859.

¿Cómo fue el evento de Carrington y cuál fue su importancia?
Esta tormenta solar de hace más de un siglo y medio tomó su nombre del astrónomo inglés Richard Carrington que fue el primero en observarla. Se la considera el evento de este tipo más potente registrado en la historia con impacto en el polo sur, polo norte, América Central y Europa.
En el evento de Carrington se avistaron auroras boreales, además de que se interrumpieron los sistemas telegráficos y otras herramientas de comunicación o navegación también se vieron afectados. La energía que se liberó durante esta fecha equivale a más de 10.000 millones de megatones.
¿Cuál es la importancia de las llamaradas solares?
El director del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS) y coautor del estudio publicado en la revista Science, Sami Solanki, explicó que "pese a que no se puede observar el Sol durante miles de años, se logró monitorear el comportamiento de miles de estrellas muy similares durante períodos cortos de tiempo y eso ayuda a estimar la frecuencia con la que ocurren las superllamaradas".
El especialista remarcó que han realizado investigaciones hace muchas décadas, pero todavía no pudieron observar una superllamarada y tampoco están seguros de que se puedan lograr en algún momento, ya que desde la segunda mitad del siglo XX en adelante no las hubo.
Sin embargo, Solanki remarcó que los datos que obtuvieron permitieron comprender los movimientos del sol y las tormentas geomagnéticas que afectan a nuestro planeta.
En particular, durante el 2024, el Sol encontró mucho más turbulento de lo normal con distintas tormentas solares que han afectado a la Tierra, además de que ha aumentado la frecuencia e intensidad de las auroras boreales.















