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En la doceava audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, Ciro Pertossi fue el tercer rugbier en romper el silencio para detallar su rol en la golpiza. Sin embargo, también declararon los familiares de los imputados del homicidio y generaron polémica por sus fuertes declaraciones.

Luego de la intervención de uno de los rugbiers, brindaron testimonio el psicólogo clínico,Agustín Costa Shaw, y los familiares de los acusados: Mauro Pertossi, padre de Luciano y Ciro, y tío de Lucas; Eduardo Benicelli, papá de Matías Benicelli, y María Alejandra Guillén, madre de Enzo Comelli.

En este marco, la última en declarar tuvo un fuerte cruce con el abogado de la familia de la víctima. "Quiero aclararle al señor Burlando que no soy ninguna put...", arremetió Guillén y agregó: "fue tremendo escuchar esa palabra para mí y para mi familia".

Este cuestionamiento se da en el marco de la antigua declaración de Fernando Burlando, sobre el accionar de los ocho rugbiers durante el juicio. "¿De qué se ríen, hijos de put..?", había manifestado, en diálogo con la prensa.

Declaró Mauro, padre de Luciano y Ciro Pertossi: "Mis hijos no son asesinos"

Durante la jornada, el primero de los familiares en dar su testimonio frente a los jueces fue Mauro Pertossi, padre de Luciano y Ciro, y tío de Lucas. "No puedo creer lo que está pasando", comenzó el hombre y se quebró en llanto.

"Luciano había terminado el secundario. Ciro había empezado el CBC para la carrera de Arquitectura. No nos alcanzaba el dinero para ayudarlos para irse de vacaciones y, entonces, hicieron changuitas", describió el testigo de concepto y agregó sobre sí: "Después de 25 años me desligaron del trabajo (...) Ahora tengo otros problemas, no consigo trabajo. He recibido amenazas".

En este marco, sentenció su declaración con una polémica frase que impactó en la audiencia. "Mis hijos no son asesinos, son chicos vagos, como decimos en el barrio. No lo puedo creer", manifestó Mauro Pertossi.

Máximo Thomsen lloró durante la declaración del papa de Matías Benicelli


Durante la audiencia, también declaró Eduardo Benicelli, padre de Matías, uno de los ocho rugbiers acusados de homicidio. "No podemos salir a la vereda. En mi trabajo la gente dejó de venir, fueron tres años de mucho dolor", explicó sobre su situación actual.

"Hoy estamos acosados, le han querido pegar a mi señora y a mi hija", insistió el testigo, mientras Máximo Thomsen comenzó a llorar durante el testimonio. Sin embargo, en ningún momento alguno de los familiares nombró a Fernando Báez Sosa o a sus padres durante la declaración.

Por el contrario, enfatizaron en su vida personal: "No hay un día que no me levante con insultos, pero tengo algo muy claro, el dolor no se cura con dolor", argumentó Eduardo Benicelli.