

Aunque los mocos son una parte natural de nuestras defensas, su color y consistencia pueden decir mucho sobre nuestra salud. Desde los más claros hasta los más oscuros, cada tonalidad tiene su propio significado.
Conocer estas señales puede ayudarnos a entender mejor el estado de una infección y cuándo debemos buscar atención médica.
¿Cuántos mocos producimos al día?
En promedio, un ser humano puede generar hasta un litro de mocos al día, aunque en caso de resfriados, gripes o incluso COVID-19, esta cantidad puede duplicarse.
Estos fluidos están compuestos principalmente por agua (96%), aunque también incluyen proteínas y sales. Su función principal es proteger al cuerpo de agentes patógenos que podrían causarnos enfermedades.

¿Por qué generamos mocos?
La mucosidad tiene una función vital en nuestro organismo: protege las vías respiratorias, calienta y humidifica el aire que inhalamos, y actúa como filtro atrapando micropartículas.
Cuando el cuerpo detecta la presencia de un virus, la producción de mocos aumenta, lo que nos indica que el sistema inmune está trabajando para combatir la infección.
¿Qué revela el color de los mocos?
Observar el color y la textura de los mocos puede ofrecer pistas sobre la naturaleza de la infección que estamos enfrentando.
Según el Dr. Eusebi Chiner, neumólogo y director de SeparPacientes de la Sociedad Española de Neumología, el color de la mucosidad puede ayudar a identificar el tipo de patógeno que la causa, aunque no es determinante para un diagnóstico definitivo.

¿Qué significa cada color de mocos?
- Los mocos amarillos indican que el sistema inmunológico está luchando contra la infección. Las células blancas del cuerpo están activas combatiendo el virus, lo que genera un cambio en el color y la consistencia de la mucosidad, la cual se expulsa a través de tos o estornudos.
- Cuando los mocos se tornan verdes, significa que el cuerpo está redoblando esfuerzos en su lucha contra la infección. La cantidad de glóbulos blancos aumenta, y estos son los responsables del color verdoso. Es un signo de que el sistema inmune está más involucrado.
- El color marrón en la mucosidad puede ser indicativo de una infección respiratoria más grave, como la neumonía. Ante la presencia de mocos de este color, es recomendable acudir a un profesional de la salud para evitar complicaciones.
- Los mocos rojizos o con sangre no siempre son alarmantes, ya que a menudo la sangre proviene de los capilares nasales que se rompen al sonarse con fuerza. Sin embargo, si este síntoma viene acompañado de otros, como fiebre o dolor, podría ser signo de una afección respiratoria más grave, que requiere evaluación médica.
- Los mocos de color gris o negro pueden ser el resultado de la inhalación de humo o contaminación ambiental. También podrían ser una señal de una infección por hongos. En cualquiera de estos casos, es importante buscar atención médica para determinar su origen.
¿Cómo sonarse la nariz correctamente?
Aunque sonarse la nariz parece una acción sencilla, es importante hacerlo de la manera correcta. Los expertos recomiendan sonarse una fosa nasal a la vez, tapando la otra y soplando suavemente.
Sonarse ambas fosas al mismo tiempo puede provocar un aumento de presión en la nariz, lo que podría dañar los capilares nasales o incluso los oídos.
¿Qué remedios ayudan a aliviar los mocos?
Los mocos no tienen un tratamiento específico, ya que son una respuesta natural del cuerpo, pero existen algunos remedios para facilitar su expulsión. Los lavados nasales con suero fisiológico ayudan a diluir la mucosidad, lo que facilita su eliminación.

Además, beber líquidos como agua, té o caldo ayudan a mantener la mucosidad más líquida. Es importante tener precaución con los descongestionantes nasales, ya que su uso excesivo puede generar efectos secundarios.














