La clave para tener una buena memoria es olvidarse cosas, según los especialistas
Olvidar es un acto natural que ejerce la memoria para poder almacenar nueva información, pero ¿qué dice la ciencia?
La memoria es fundamental para el aprendizaje cotidiano, ya que permite recordar eventos pasados, conocimientos y habilidades adquiridas.
La memoria juega un papel esencial en la toma de decisiones y en la resolución de problemas. Permite extraer información relevante del pasado para aplicarla en situaciones presentes, ayudando a adaptarnos y afrontar nuevos desafíos de manera más efectiva.
Si bien es un recurso invaluable que permite construir relaciones, aprender y navegar por la complejidad del mundo que habitamos, ¿sabías que la clave para tener buena memoria es olvidarse de cosas?
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Enterate de qué dicen los expertos al respecto y por qué podría cambiar todo lo que se sabe de la memoria.
Olvidar para recordar: ¿qué dice la ciencia al respecto?
Olvidar es un proceso natural e importante para la memoria y, aunque parezca contradictorio, olvidar es necesario para recordar mejor.
Si bien existe la creencia de que la memoria puede almacenar mucha información, "nuestra memoria no es fija, no es comparable a una memoria USB, ni tampoco a un ordenador: es un proceso que evoluciona", indicó Santiago Canals, científico y miembro del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández (UMH), en España.
Es que el cerebro constantemente recibe nueva información y, como no puede recordar todo, necesita eliminar la información irrelevante o redundante para almacenar lo importante.
Una investigación reciente publicada en la revista Science reveló que las células de la microglía, que se encargan de limpiar el cerebro, también desempeñan un papel en el absorber y olvidar los recuerdos.
Este hallazgo sugiere que las células actúan como jardineros, podando las sinapsis superfluas y permitiendo un proceso de memoria más eficiente.
Por otra parte, un estudio canadiense publicado en la revista Neuron explicó que lo que distingue la buena memoria de la mala no es la capacidad de recordar más información por mucho tiempo, sino optimizar lo que se recuerda.
"Hace algún tiempo que sabemos que el olvido no es solo un proceso pasivo, de desgaste, sino que existen mecanismos cerebrales específicos para borrar información", detalló Canals.
"Lo que nos asusta o tiene un contenido emocional impactante también se nos queda grabado", reveló Bryan Strange, director del Laboratorio de Neurociencia Clínica del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid.
Guardar los recuerdos, eliminarlos y volver a guardar información: ¿por qué sucede?
Si bien la memoria y sus procesos son muy complejos, los científicos aún están descubriendo cómo funciona y cómo influye en nuestras vidas.
"El hipocampo es importante para la memoria, pero su vecino de enfrente, la amígdala, que procesa el contenido emocional del entorno, también tiene mucho que decir", señaló Strange.
Y es que el hipocampo y la amígdala son dos estructuras del cerebro que trabajan juntas de manera compleja e importante para nuestra salud mental.
Santiago Canals se encuentra estudiando el núcleo accumbens, un área del cerebro que forma parte del sistema de recompensa y que resulta ser crítica para mantener la comunicación en las redes de memoria.
"Sin una actividad normal en esta área se pierde la comunicación entre el hipocampo y la corteza prefrontal, imprescindible para que se consolide la memoria a largo plazo", indicó.
"En otras palabras, los centros de recompensa, juegan un papel inesperado a la hora de seleccionar qué recuerdos se retienen de forma duradera", aseguró el especialista.
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