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En el misterioso mundo de las matemáticas antiguas, residen cuatro enigmasque desafiaron la lógica y demostraron que lo imposible podía ser posible.

Estos problemas, aparentemente simples, desconcertaron mentes brillantes a lo largo de la historia, desde el antiguo Egipto hasta la era de genios como Isaac Newton y Carl Friedrich Gauss.

Entre ellos se encuentra la cuadratura del círculo, la trisección del ángulo, la duplicación del cubo y la inscripción de polígonos regulares, también en un círculo.

Su resolución demostró ser no solo difícil, sino imposible, a pesar de los esfuerzos de luminarias como Euclides, Arquímedes, René Descartes e Isaac Newton.

En palabras del escritor Donald Westlake, "siempre que algo suena fácil, resulta que hay una parte que no escuchaste".

Lejos de ser simplemente problemas, se convierten en una ventana fascinante hacia el ingenio y la creatividad desatados por la búsqueda de soluciones.

Fuente: Getty ImagesULF ANDERSEN/GAMMA

Desentrañando la complejidad de cuadrar el círculo

La búsqueda de la cuadratura del círculo se remonta a aproximadamente 4000 años en el tiempo, manifestándose en el enigmático Papiro Rhind de la civilización egipcia.

Aunque su origen sigue siendo un misterio, fueron los antiguos griegos quienes formalizaron estos desafíos matemáticos.

En la antigüedad, el matemático griego Anaxágoras, famoso por introducir la filosofía en Atenas, se aventuró a cuadrar el círculo usando solo compás y regla, mientras estaba en prisión por afirmar ideas controvertidas sobre el Sol y la Luna.

Su contemporáneo, Hipócrates de Quíos, logró una solución parcial con la "luna de Hipócrates", pero la verdadera búsqueda continuó durante siglos.

En 1771, Leonhard Euler descubrió nuevas formas de figuras cuadrables, aunque no resolvió completamente el enigma.

Matemáticos y aficionados, incluyendo a artistas como Leonardo da Vinci y Albrecht Dürer, se sumergieron en el desafío, aportando métodos y diseños con regla y compás.

Gauss y el polígono de 17 lados

Un hito importante ocurrió en 1796 cuando el prodigio matemático Carl Gauss demostró la construcción de un polígono regular de 17 lados, un logro que desafiaba a generaciones anteriores.

Este proceso de enfrentar desafíos matemáticos impulsó el conocimiento a lo largo de los siglos, con figuras como Gauss contribuyendo al desarrollo de nuevas teorías.

La cuadratura del círculo y otros problemas similares, como la trisección de ángulos, se convirtieron en pruebas de fuego para el avance matemático.