

En ocasiones, las personas desconocen que padecen diabetes hasta que se someten a análisis de sangre por otros motivos, pero existen señales de advertencia que no deben pasarse por alto.
¿Cuáles son las señales silenciosas que pueden anticipar un diagnóstico positivo de diabetes?
De acuerdo con el Instituto de Investigación del Sueño de la Unidad Clínica Madrid, entre el 38% y el 45% de los pacientes con diabetes tipo 2 experimentantrastornos del sueño. De hecho, aquellos que descansan menos de 6 horas tienen el doble de probabilidades de desarrollar la afección.

En otras palabras, aumenta la predisposición a los trastornos del sueño, pero al mismo tiempo, la falta también eleva el riesgo de desarrollarla.
¿Cómo impacta en la juventud?
Es importante destacar que, en individuos jóvenes y previamente saludables, la restricción del sueño a solo 4 horas diarias durante 6 días es suficiente para disminuir la tolerancia a la glucosa y provocar un estado hiperglucémico.

¿Por qué el sueño puede acelerar el riesgo de padecer diabetes?
El sueño escaso desencadena un aumento en los niveles de cortisol y hormona del crecimiento, dos elementos que contrarrestan los efectos de la insulina en el cuerpo.
Además, aquellos que no descansan lo suficiente presentan niveles elevados de sustancias como TNF-alpha, Interleuquina-6 y proteína C-reactiva, todas conocidas por aumentar la resistencia.
Además, la leptina, apodada la "hormona de la saciedad", también juega un papel crucial en este escenario: quienes duermen poco experimentan una disminución en la secreción, lo que los predispone a la obesidad.
¿Cómo se relaciona todo esto con las fases del sueño?
El sueño, dividido en cinco etapas, revela que las fases 3 y 4 (conocidas como "sueño lento o profundo"), desempeñan un papel crucial en la restauración del cuerpo.
En estas, se regulan los niveles de insulina, ya que el cerebro reduce su consumo de glucosa, la pituitaria secreta menos corticoesteroides y la actividad nerviosa y muscular se reduce, disminuyendo así los requerimientos energéticos.
Por otro lado, las instancias iniciales (fases 1 y 2) y la REM implican una mayor actividad nerviosa y mayores demandas energéticas.
El informe concluyó así que un sueño de calidad beneficia al páncreas al regular los niveles de insulina en sangre. Esto es especialmente relevante para aquellos que sufren de Diabetes mellitus tipo 2 (DMT2), ya que suelen experimentar una calidad de sueño deficiente y despertares frecuentes.


















