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Inundaciones, sequías, olas de calor o de frío: el clima ha cambiado y el hombre debe subsanar el daño cometido y adaptarse a él. Un proyecto científico global trabaja para ello.

Desde coliflores que "no se queman al sol" hasta cerezas que resisten temperaturas más cálidas: el abanico es amplio y las soluciones deben ser urgentes. El desafío, además, es que estas nuevas frutas y verduras adaptadas a las necesidades, tengan buen sabor.

"Podemos aprovechar estos métodos técnicos para encontrar soluciones climáticas, pero no servirán de nada si la gente no quiere comerlas", sostiene el profesor asociado de la Universidad de Hawai, campus Manoa, Michael Kantar, en un artículo publicado por el prestigioso medio The New York Times.

Los avances del proyecto científico

La autora del artículo, Kim Severson, detalla que el foco de la ciencia sobre la necesidad de adaptar cultivos es ya de larga data. Sin embargo, los recientes acontecimientos climáticos hicieron que este proyecto corriera contra reloj. De ese modo, lo que antes demoraba años y hasta décadas, hoy requiere soluciones rápidas.

Coliflor con protección solar

Cada fruto tiene sus características de cultivo. En el caso del coliflor, cuando está en proceso de maduración es necesario cubrir su cogollo -cabeza blanca- del sol. Caso contrario, se mancha y no podrá venderse.

En la práctica, los agricultores doblan sus hojas cubriendo el cogollo en un proceso manual, que requiere de tiempo y muchas manos. La variedad de coliflor llamada Destinica, ya presente en los mercados estadounidenses, contrarresta la acción del sol sobre el cogollo sin necesidad del proceso manual.

Además, hay otra variedad de Destinica que es más resistente a la intemperie, que requiere menos fertilizantes y crece bien en climas más secos.

Manzanas resistentes al cambio climático

La profesora de la Universidad Estatal de Washington, Kate Evans, explicó el proceso de creación de las manzanas Cosmic Crisp, una variedad desarrollada con conciencia de clima. De acuerdo con la también horticultora y productora de frutas, estasmanzanasson capaces de crecer bien con poca luz solar y soportar el calor.

Sin embargo, los nuevos embates climáticos obligaron a los investigadores a perfeccionar incluso esta nueva variedad.

Proyecto científico: papas del futuro

Las papas crecen en suelos húmedos y climas más bien frescos. Actualmente, un proyecto científico de la Universidad de Maine, en Estados Unidos, estudia los suelos áridos de América del Sur, donde el cultivo de papa se da desde el año 8000 aC.

¿Su objetivo? Identificar las características genéticas para replicarlas en papas que sobrevivan inundaciones y calor extremo. Si bien el proyecto está en marcha, los profesores que lo llevan adelante aseguran que aún faltan entre 5 y 6 años para que puedan estar listas para su comercialización.