Científicos declaran alerta sobre la cordillera de los Andes

Un estudio reciente liderado por el climatólogo Raúl Cordero reveló una preocupante disminución de la capa de nieve en la Cordillera de los Andes, fenómeno que afecta directamente la seguridad hídrica de Chile. 

Según la investigación, este proceso se intensificó en las últimas dos décadas, especialmente en las zonas que van desde la Región de Antofagasta hasta la Región de los Lagos.

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¿Cómo se está viendo afectada la cobertura nival en los Andes?

La investigación demuestra que en los últimos 20 años, la cobertura de nieve en la Cordillera de los Andes disminuyo drásticamente, y solo en la zona central de Chile se perdieron más de 3.500 km² de nieve, lo que equivale a un área seis veces mayor que la superficie de Santiago. 

Esta reducción se debe principalmente al cambio en los vientos del oeste, que se desplazaron hacia el sur debido a un fenómeno llamado el Modo Anular del Sur (SAM), que está modificando los patrones climáticos en el hemisferio sur.

¿Qué impacto tiene la pérdida de nieve en la región?

El deshielo de la nieve andina es fundamental para proveer agua en Chile central, región densamente poblada que depende de este recurso para la agricultura, la energía hidroeléctrica y el consumo humano. 

La disminución de la nieve afecta directamente el caudal de los ríos que abastecen a esta zona, como el Mapocho, Aconcagua y Maipo, que han visto caídas en su caudal anual superiores al 40% en las últimas cuatro décadas.

¿Por qué está ocurriendo esta pérdida de nieve?

Los investigadores observaron que, además de la reducción de las precipitaciones de nieve, las áreas que antes recibían nieve ahora están experimentando lluvias, lo que agrava aún más la situación. 

Raúl Cordero señala que la disminución de las precipitaciones en forma de nieve y el cambio en los patrones climáticos provocados por el SAM están provocando una merma significativa en los recursos hídricos de la región.

¿Qué efectos está teniendo el cambio climático en los ríos chilenos?

Los cambios en la circulación atmosférica alrededor de la Antártida han fortalecido los vientos en esa área y desplazado las precipitaciones hacia otras latitudes, dejando a los Andes chilenos como una de las zonas más afectadas por la falta de nieve. Esto ha resultado en una disminución del caudal de los ríos en la zona central de Chile, lo que podría agravar aún más la escasez de agua en el futuro.

¿Qué medidas son necesarias para enfrentar esta crisis hídrica?

1. Reformas urgentes en la gestión del agua: es fundamental implementar reformas estructurales en la gestión de los recursos hídricos para asegurar su disponibilidad en el futuro cercano. 
2. Desarrollo de estrategias adaptativas: los expertos destacan la importancia de crear y aplicar estrategias de gestión del agua que sean flexibles y adaptables a las condiciones climáticas cambiantes. 
3. Priorización del suministro a las comunidades y sectores productivos: se debe garantizar que el acceso al agua sea suficiente tanto para las poblaciones locales como para los sectores productivos, como la agricultura y la industria hidroeléctrica, que dependen del agua de los ríos. 
4. Atención especial a la zona central de Chile: dada la alta vulnerabilidad de la región central del país, donde el estrés hídrico es más pronunciado, es crucial que las políticas de gestión del agua se enfoquen en esta zona. 
5. Incorporación de tecnologías de monitoreo y predicción: es necesario integrar herramientas tecnológicas avanzadas, como sistemas de monitoreo satelital, para predecir las variaciones en los recursos hídricos y tomar decisiones informadas. 
6. Fomento de la eficiencia en el uso del agua: promover el uso eficiente del agua, especialmente en la agricultura y la industria, es esencial para reducir la presión sobre los recursos hídricos disponibles.
7. Fortalecimiento de políticas públicas a nivel regional: desarrollar políticas hídricas regionales que respondan a las particularidades climáticas y geográficas de cada zona, con un enfoque integral y coordinado entre diversas instituciones.

¿Qué nos depara el futuro si la tendencia persiste?

Aunque las últimas dos temporadas podrían haber sido menos malas debido a la influencia del fenómeno de El Niño, la tendencia general de disminución de la nieve en los Andes parece probable que continúe o incluso se agrave en las próximas décadas. 

Esto podría llevar a que la nieve solo se acumule en las zonas más altas de la cordillera, lo que representaría una amenaza grave para el suministro de agua en el país.

Este estudio, que involucra a expertos de diversas instituciones internacionales, subraya que no solo los Andes chilenos, sino también otras regiones del mundo, están perdiendo rápidamente su nieve y glaciares, lo que representa una crisis global de recursos hídricos.