En esta noticia

Al llegar a los 50 años se marca un hito donde la atención a la salud se vuelve aún más importante. En este sentido, la actividad física es una herramienta fundamental para mantener un estilo de vida saludable y combatir los efectos asociados con la edad.

A continuación, descubrí cuáles son los ejercicios más recomendados para aquellas personas que están atravesando la etapa de la menopausia.

Por qué es crucial hacer ejercicio después de los 50 años

Llegar a los 50 años marca un punto importante en la vida de una persona, donde la atención a la salud se vuelve aún más imperativa. En este período, el cuerpo experimenta cambios significativos, incluida una pérdida gradual de masa muscular y una disminución en la densidad ósea.

Sin embargo, esto no significa que debamos resignarnos a esta pérdida. Según un artículo del sitio Mujer Hoy, estudios sugieren que el ejercicio regular puede ayudar a restaurar el músculo perdido, incluso en edades avanzadas, llegando hasta los 90 años.

Pero los beneficios del ejercicio no se detienen en la masa muscular. También juega un papel importante en la salud ósea, especialmente relevante durante la menopausia.

¿Cuáles son los mejores ejercicios para hacer si estás atravesando la menopausia?

No todos los ejercicios ofrecen los mismos beneficios, por lo que es clave incorporar una variedad de tipos de entrenamiento en tu rutina de ejercicios según tus necesidades.

Estos son ideales para hacer después de los 50 años, sobre todo si están atravesando la menopausia:

  • Entrenamiento de fuerza: incluye levantamiento de pesas y ejercicios de resistencia, como Pilates o trabajo con bandas de resistencia. Estos ayudan a fortalecer los músculos y mejorar la densidad ósea.

  • Ejercicios aeróbicos o cardiovasculares: actividades como caminar, trotar o nadar, que elevan el ritmo cardíaco y la respiración durante al menos 10 minutos. Estos ejercicios mejoran la salud cardiovascular y la resistencia.

  • Estiramientos: esencial para mantener o mejorar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones musculares o articulares. El yoga es una excelente opción para este fin.

  • Ejercicios de equilibrio: a medida que envejecemos, aumenta el riesgo de caídas, por lo que los ejercicios que mejoran el equilibrio son importantes. Actividades simples como pararse sobre un pie pueden ser beneficiosas para reducir este riesgo.

Antes de realizar o modificar tu rutina diaria, se recomienda consultar con un especialista.