

Hospitales colmados de personas con trastornos respiratorios, rutas, caminos y puertos cerrados, servicios de ómnibus y vuelos suspendidos, colas de camiones y automóviles varados a la vera de las rutas y custodiados por fuerzas de seguridad, caos en el tránsito porteño y humo, humo por todos lados. Buena parte del país quedó ayer virtualmente paralizada por los efectos de la extensa cortina de humo que desde el miércoles cubre la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe, atribuida a la quema de pastizales en el delta del Paraná.
La magnitud del fenómeno, que también afectó al sur de Uruguay y puso en alerta a las autoridades del vecino país, fue utilizado por el Gobierno para volver a la carga en su enfrentamiento contra el campo. Mientras la presidenta Cristina Fernández adjudicó la densa nube de humo a la “irracionalidad e irresponsabilidad pero se cuidó de no dar nombres, otra actitud tuvieron varios de sus colaboradores, que directamente culparon a los productores rurales por la situación. “Los responsables, no hay dudas, son algunos productores agropecuarios que están demostrando un gran desinterés por la comunidad , lanzó el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Esas acusaciones “parecen tener intencionalidad política, para seguir embarrando la cancha en las negociaciones con el campo , le respondió el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati. En tanto, con ironía un grupo de productores de la localidad de San Pedro reclamó la intervención del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para que “el viento sople del cuadrante sur y el humo tome otro rumbo .
Más allá de la disputa con los ruralistas, Randazzo y la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, se reunieron anoche en la Casa Rosada con los gobernadores de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos para analizar medidas de acción conjunta destinadas a superar los inconvenientes generados por la columna de humo. Tras ese encuentro, las autoridades santafesinas enviaron notificaciones a municipios y comunas para que adecuen sus basurales a cielo abierto y suspendan la quema de pastizales y basurales, una medida que evaluaban también las otras provincias.
En tanto, el Gobierno ordenó anoche el corte total en la 9, en el tramo que va desde Campana hasta Rosario, y la interrupción del tránsito en la ruta 12, hasta la localidad de Ceibas, las dos vías de tránsito más afectadas por la escasa visibilidad provocada por el humo. A la zona fueron enviados efectivos de Gendarmería que durante la tarde montaron un dispositivo de “tránsito dirigido , para descomprimir la circulación especialmente sobre la ruta 14, una de las más transitadas por el transporte pesado del Mercosur. Ayer también fue restringido el tránsito sobre el puente Victoria-Rosario.
La poca visibilidad obligó además a derivar anoche todos los vuelos del Aeroparque metropolitano hacia el Aeropuerto de Ezeiza, y también resultaron afectadas las aeroestaciones de San Fernando y El Palomar. Tampoco operaron durante varias horas los puertos de Buenos Aires y el resto de la región, provocando demoras en la salida de buques con cargas de carnes y granos. Zárate y Campana reabrieron recién cerca del mediodía. Además, se limitó la actividad de la terminal de ómnibus de Retiro, con la intención de evitar accidentes en las rutas cubiertas por el humo.









