

Wall Street se mueve con signo positivo antes del cierre, en línea con el optimismo que irradiaron los mercados del mundo, apuntalados por el apoyo de los bancos centrales que permitió calmar el temor por la desaceleración de la economía china.
El Dow Jones de Industriales, su principal indicador, gana 2,38%; el selectivo S&P 500 mejora 2,47% y el tecnologíco Nasdaq Composite crece 2,60%.
Más temprano, en Inglaterra, el FTSE 100 mejoró 3,56%; en París, el Cac 40 ganó 3,49%; en Alemania, el Dax avanzó 3,18%, mientras que en España, el Ibex 35 ascendió 3,06%.
“El mercado trata de ver más claro sobre China y el impacto que puede tener en las acciones. Se da cuenta de que los temores sobre una desaceleración de la economía estadounidense y europea quizá fue exagerada”, dice Pierre Martin, analista de Saxo Banque.
A esta relativización de las consecuencias de la desaceleración de la economía china se sumó el comportamiento de los bancos centrales.
Según los rumores, el banco central chino ha “intervenido directamente en los mercados lo que ha permitido a Shanghái recuperarse de las pérdidas y terminar con una subida de 5,3%”, detalló Jasper Lawler, analista de CMC Markets.
Estas especulaciones se suman, según el analista, a los comentarios tranquilizadores de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE). El economista de este último, Peter Praet, advirtió que en caso necesario, el BCE hará más.
La publicación de los indicadores en los Estados Unidos también tranquilizó sobre la fortaleza económica de la primera potencia.
El crecimiento fue más alto de lo previsto en el segundo trimestre, 3,7%, según una estimación.
Los inversores también se aferraron a las declaraciones que hizo ayer el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, quien aseguró que parece “menos urgente” subir las tasas estadounidenses a partir de septiembre, tres semanas antes de la esperada reunión de la institución monetaria.
Según Dudley, “los acontecimientos internacionales”, entre ellos la ralentización en China, podrían llevar a “una desaceleración del crecimiento mundial y la caída de la demanda” en la economía estadounidense.
Los inversores esperan desde hace tiempo que la Fed suba sus tipos de interés en cualquier momento y dada la coyuntura estadounidense, parecía que ese momento iba a producirse en septiembre.
Sin embargo, las declaraciones de Dudley sonaron como música celestial a los inversores que reaccionaron alborozados tras una semana de sobresaltos en los mercados bursátiles.
Shanghái, tras dejarse más del 16% en los tres primeros días de la semana, recuperó un 5,34%. Sidney, Seúl, Tokio y Hong Kong también cerraron en verde.













