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Mientras que cada vez más analistas económicos aseguran que la inflación del 2022 finalizará entre el 90% y 100%, los ahorristas buscan resguardar el capital de la mejor manera posible con instrumentos que sean accesibles.
El Cronista publicó ayer un informe que comparó a distintas opciones frecuentemente utilizadas por los ahorristas argentinos, siendo el plazo fijo UVA el más efectivo para ganarle a la suba de precios en lo que va del año con respecto al dólar y al plazo fijo tradicional.
Sin embargo, la medición de agosto sobre los préstamos y depósitos hecho por la consultora LCG mostró un crecimiento del 1,7% m/m real (+4,1% a/a real) en los plazos fijos, una cifra significativamente mejor que la que marcaron los depósitos ajustables por CER/UVAs, en márgenes negativos.
"Ante la expectativa de una mayor devaluación acompañado de un incremento adicional en las tasas de interés, podría suponerse que parte de los desarmes de cuentas a la vista se destinaron a la conformación de plazos fijos o a la compra de dólar ahorro", marcaron en el informe.
PLAZO FIJO TRADICIONAL VS. PLAZO FIJO UVA
Operadores del mercado no descartan que el Banco Central aumente esta semana su tasa de referencia luego de la decisión del Gobierno de disponer un cambio especial para los exportadores de soja, con el fin de esterilizar la liquidez reinante.
El BCRA realizó una última suba de 60% a 69,5% en los depósitos a plazo fijo en pesos para el caso de los depósitos de hasta $ 10 millones hechos por personas. Esto representa un rendimiento mensual del 5,79%, y un rendimiento anual efectivo del 96,5%. La suba que se podría dar en estos días podría superar la TEA de 100%.

Según analizaron, al interior de los plazos fijos se observó un cambio en la dinámica que se deriva de lo expuesto, al haberse observado una contracción del 5,1% m/m real en los ajustables UVA, siendo la primera caída en lo que va del año.
"La convalidación de expectativas de nuevos aumentos de tasa de interés seguirán motivando mayores dinámicas demandantes de las colocaciones a plazo tradicionales, implicando esto una mayor contracción de las cuentas a la vista", marcaron en su apartado de expectativas.
Aún así, hicieron una salvedad: y es que en caso de recuperarse la demanda de títulos públicos por parte del sector privado, producto de una mejor perspectiva fiscal, podría verse una contracción de la demanda de depósitos a plazo.
"En relación a los préstamos, un escenario de caída de la actividad como la que esperamos para la segunda mitad del año tendrá un correlato directo sobre la dinámica de créditos. A esto hay que agregarle el nuevo escenario de aumento de tasas de interés, que terminará por deprimir el lado de la demanda. Esperamos una retracción del stock y aumento de la morosidad", concluyeron.













