

En esta noticia
Scott Bessent, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, confirmó ayer que se activó un tramo del swap, equivalente a entre u$s 2100 millones y u$s 3000 millones y aseguró que el gobierno estadounidense ganó dinero con la asistencia a la Argentina: se llevó más dólares de los que puso, favorecido por el cambio en la cotización.
Sin embargo, no se conocieron números. La cifra del tramo activado no fue precisada oficialmente y tampoco se sabe si se trata del dinero que se utilizó para intervenir en el mercado de cambios o para pagar intereses al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cómo ganó EE.UU.
Lo que sí se supo es que EE.UU. ganó con la operatoria. ¿Por qué? Porque “los pesos que compró le devengaron intereses con una letra y en simultaneo se apreció el tipo de cambio”, apunta a El Cronista Martín Fernández Dubais, asesor en Asset Management que opera en Nueva York y Buenos Aires.
¿Se podría decir que la Argentina perdió entonces? “Cuando alguien gana, como dijo Bessent que ocurrió con los EE.UU. con la activación del swap, hay alguien que pierde”, responde el economista y director de LATAM Advisors, Sebastián Marill.
Sin embargo, para Sebastián Menescaldi, economista de EcoGo, “la Argentina tuvo un costo, pero ganó una elección”. Afirma que lo que pasó fue que el Gobierno tomó deuda para frenar una corrida cambiaria y que eso dio resultado. Tras los comicios, considera que quedó claro que el costo valió la pena.
Por su parte, Fernández Dubais, describe que lo que pasó fue que “el BCRA anotó una perdida por los intereses devengados”, sin embargo, aclara que “no se debe interpretar como un juego de suma cero en el que lo que gana uno es exactamente lo que pierde el otro”.
“El BCRA anotó una perdida por los intereses devengados, sin embargo, no se debe interpretar como un juego de suma cero en el que lo que gana uno es exactamente lo que pierde el otro”, dice Fernández Dubais.
Es como cuando un inversor apuesta a un título valor, ya sea un bono, una acción u opción. Si el valor sube, lo vende y obtiene una ganancia, pero del otro lado no hay perdedor.
Esta lectura sería aplicable a este caso, aunque al tratarse de las cuentas de un país endeudado como la Argentina, el hecho de tener que pagar más intereses es clave.
En este punto, Marill considera importante también la transparencia de los datos para saber qué hay detrás del swap. “Yo veo que la información que brindan Caputo y EE.UU. es opaca, confusa y a cuentagotas”, comentó Noemí Brenta, doctora en Economía especializada en Historia Económica.
A lo que el historiador dedicado al estudio de la deuda, Fernando Olmos Gaona, agrega: “Un tema que a nadie parece importarle es el orden jurídico e institucional. La economía está cada vez más divorciada de eso y el secretismo aporta”.
Fernández Dubais explica que “el swap se acordó y suscribió entre la Reserva Federal (Fed) de New York, en su carácter de agente financiero del Departamento del Tesoro de EE.UU. y el Banco Central (BCRA)”. Se materializó “a través del envío de un mensaje swift y, hasta ahí, supone una “contingencia” para ambas partes que se registró en cuentas de orden en los estados contables del BCRA, pero de pronto aparece un crédito en el rubro contable Otros Pasivos”.
Ese crédito fue aproximadamente por el valor de la intervención del Tesoro de los EE.UU., lo que indica es que ya existe una deuda efectiva, no contingente, contraída por el BCRA, según detalla.
La política, en el centro
Lo cierto es que un dato a destacar es que lo que ganó EE.UU. no es mucho con esta asistencia, pero Brenta comenta que es llamativo “las piruetas de Bessent y Trump para cuidar el frente interno, porque el gobierno estadounidense necesita presentar los resultados a sus votantes de manera que justifiquen lo que están haciendo porque tienen mucho malestar con el shutdown y el empeoramiento de la economía".
“Es llamativo las piruetas de Bessent y Trump para cuidar el frente interno, porque el gobierno estadounidense necesita presentar los resultados a sus votantes de manera que justifiquen lo que están haciendo”, señala Noemí Brenta.
Necesitan demostrar que no tiran la plata de los contribuyentes estadounidenses. “Aunque, en realidad, no es de ellos ese dinero, el Fondo de Estabilidad Cambiaria viene históricamente de los fondos que son agentes financieros del Tesoro”, aclaró.
Así, el impacto financiero del swap parece quedar en un segundo lugar. Todo indica que la política está en primer plano por estas horas, tanto en Argentina como en Estados Unidos.














