Las curvas de bonos en pesos y en dólares muestran señales de confianza e indican que hay expectativas positivas a mediano plazo.
El mercado espera mayor desinflación y muestra una señal de confianza sobre el pago de la deuda en dólares. El mercado busca oportunidades en bonos en pesos y también tiene sus favoritos en la curva en moneda dura.
Señales positivas en la curva en pesos
La curva de bonos en pesos a tasa fija ha mostrado un desplazamiento bajista mayor y una profundización de la inversión de la misma. Generalmente, una curva invertida suele reflejar temores por parte del mercado sobre la probabilidad de algún evento crediticio, es decir, un default.
Cuando el mercado ve chances de un default, los rendimientos de los bonos del tramo más corto tienden a subir y ser más altos que las tasas de los bonos más largos.
Justamente, a mayor tasa, más riesgo implícito en el mismo. Y por ello, si el mercado ve riesgos de incumplimiento, las tasa cortas deberían ser más altas que las largas.
Sin embargo, el hecho de que la curva a tasa fija en pesos se muestre ahora invertida, no implica que el mercado está viendo riesgos de default, sino que en realidad está mostrando una expectativa de mayor desinflación para el mediano plazo.

Milagros Gismondi, economista y analista de Cohen Aliados Financieros, destacó que a pesar de la flexibilización parcial del cepo y tras la aceleración registrada en marzo, la inflación general mostró una pronunciada desaceleración en abril, a la vez que anticipó que, para mayo, el panorama resulta aún más alentador.
"El índice en abril se ubicó en 2,8% mensual, significativamente por debajo del 3,7% del mes previo, y proyectamos para este mes una nueva baja, con un IPC en torno al 2,1% mensual", estimó.
Sobre esta dinámica, Gismondi agregó que el proceso desinflacionario se ha transformado en el principal capital político del Gobierno, que aparentemente le otorga prioridad sobre otras metas, como la acumulación de reservas.
"La estrategia oficial apunta a evitar sobresaltos cambiarios en el corto plazo, incluso conduciendo al tipo de cambio oficial hacia el piso de la banda de intervención. El reciente triunfo en las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires refuerza esta apuesta de cara a octubre", indicó.
Las tasas de inflación esperada para los próximos meses por el mercado apuntan a que el índice de precios caerá al 1,5% mensual desde junio hasta octubre, para que luego la inflación caiga a niveles de 1,2% desde los primeros meses de 2026.

Los analistas de Research Mariva remarcaron que tras la introducción del nuevo sistema de política monetaria de bandas cambiarias, el gobierno ha dejado claro que su objetivo principal es reducir la inflación, en lugar de acumular reservas.
"La primera lectura de inflación tras el cambio en la política cambiaria se consideró positiva. El 2,8% registrado en abril estuvo por debajo de las expectativas del mercado. Los datos semanales de alta frecuencia de mayo muestran una clara desaceleración en comparación con abril. Esperamos que la cifra oficial de inflación para mayo sea favorable, con una tasa mensual proyectada en torno al 2%", indicaron.
En este sentido, destacaron también que el mercado proyecta una mayor desinflación y ven atractivo en instrumentos a tasa fija.
"Los bonos siguen cotizando en un escenario de fuerte desinflación, reflejado en una curva de rendimientos invertida, con tasas de inflación de equilibrio del 1,5 % mensual durante el resto de 2025. Sin embargo, este escenario supera nuestro escenario base, en el que prevemos una inflación del 22,7 % en 2025, frente al 25,7 % que el mercado estima", dijeron desde Research Mariva.
Los bonos en pesos preferidos por el mercado
Hoy la curva CER opera con rendimientos reales del 8% en el tramo corto y del 10% al 11% en los plazos más largos.
La misma comprimió a la baja ya que el mercado demandó bonos a tasa fija, aprovechando las tasas reales de dos dígitos con los que operan dichos títulos. Los inversores ven valor en estos bonos, aunque para plazos más largos.
Las Lecap ya se encuentran operando con tasas nominales anuales debajo del 30%.
El mercado sigue inclinado en llevar a cabo estrategias en pesos ya que se espera que la inflación siga apuntando a la baja.
Además, los analistas esperan que el dólar permanezca dentro de la banda, con chances de que la misma apunte (o se mantenga) en la zona inferior de la misma. En ese sentido, los preferidos del mercado son un mix de bonos a tasa fija de corto plazo y CER para posicionamiento de mayor duration.

Los analistas de Balanz resaltaron que se mantienen constructivos con los instrumentos en pesos de tasa fija (Lecaps y Boncaps). A su vez, agregaron que, ante la necesidad de cobertura, prefieren los bonos CER.
"Nuestro escenario base es que la inflación continuará bajando y terminará el año cerca de 28% a 30% interanual. Esto contribuirá a una reducción en la tasa de interés nominal, no así en la real, que continuará manteniéndose alta. En este contexto, nos inclinamos por instrumentos de tasa fija por la convergencia de inflación y tasa nominal hacia abajo", afirmaron.
Los analistas de Facimex Valores indicaron que para posicionamiento de mediano plazo priorizan Boncer del tramo medio con vencimiento en 2026.
"Destacamos a los Boncer de marzo de 2026 (TZXM6) que cotiza en CER+9,4, el bono a junio de 2026 (TZX26) en CER+9,6% y el titulo con vencimiento a noviembre de 2026 (TX26) en CER+10,5%. Complementamos el posicionamiento con exposición al Dual de junio de 2026 (TTJ26) y de septiembre de 2026 (TTS26) con TEAs del 30,2% a 30,3% al valuarlos como tasa fija. Finalmente, la Letam de julio (M31L5) es un complemento interesante", comentaron.
Señales positivas en la curva en dólares
Por el lado de la curva de bonos en dólares, estas también están mostrando señales de confianza.
Antes de la liberación de los controles cambiarios, al curva se mostraba claramente invertida y en tasas del 13%.
Hoy, la curva se desplazó notablemente a la baja y la misma presenta una incipiente pendiente positiva en el tramo corto.
El GD29 rinde 10,8% y el GD30 opera con tasas de 11,3%. Luego la curva se muestra plana con tasas del 11,1% en promedio.
El desplazamiento hacia abajo y el cambio de la pendiente son señales de confianza y en la que el mercado asignan menos probabilidad de default.

Javier Scelato, Senior Portfolio Manager Fondos Fima, destacó que la curva soberana argentina comienza a tener pendiente positiva.
"Si bien la curva tanto en legislación local como legislación NY luce plana, podríamos considerar que comenzó a tomar pendiente positiva con un GD29 que ya rinde unos pocos bps menos que GD30. Todo esto puede verse como un incipiente proceso de normalización de la curva, tal vez apoyado sobre la idea no solo de los datos económicos, sino de lo que podría ser un resultado favorable en las elecciones Octubre considerando como predictor el resultado de las elecciones de CABA", remarcó.
Lisandro Meroi, Research Analyst de TSA Bursátil, explicó que hoy el mercado no solo mira la compresión de rendimientos en soberanos, sino que también presta atención a la forma que tome la curva a la hora de posicionamientos.
"Cuando uno mira bonos con calificación crediticia "B" o "BB" encontramos una pendiente positiva con el tramo corto en torno a 5% y el más largo cerca de 10%. Esto abre la posibilidad de tomar exposición en los bonos más cortos como el 2029 o 2030 para apostar tácticamente a una curva argentina que primero adquiera pendiente positiva en el proceso de normalización", indicó Meroi.
Además, agregó que "para quienes son constructivos de mediano/largo plazo, el mayor potencial reside en los títulos con vencimiento a partir de 2035, pudiendo materializar retornos de entre 10% y 30% dependiendo la convergencia a otras calificaciones".

La curva soberana argentina había insinuado tener pendiente positiva en enero, momento en el que el riesgo país había quebrado los 600 puntos a la baja.
Sin embargo, luego la deuda operó a la baja, y dicha normalización se postergó, haciendo que el riesgo país suba hasta los 1000 puntos.
Desde allí, los bonos volvieron a subir y el riesgo país cayó desde los 1000 a los 650 puntos.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, espera que la deuda pueda seguir subiendo, dentro de la normalización de la curva.
"Seguimos viendo el mayor valor en la deuda en dólares de aquí a un año vista en GD35, basados en nuestros ejercicios de retorno total. Dicho esto, seguimos pensando que, si se normaliza la curva de Globales y pasa a tener pendiente positiva, puede haber inversores que prefieran el tramo corto como en el Global 2029 y Global 2030", dijo Franco.

Hacia adelante, Scelato ve valor en los bonos del tramo medio.
"Dentro del set de activos elegibles y por la estructura de cada uno de los bonos, creemos que los Globales 2035 que empiezan a amortizar más tarde, pueden dar mejor delivery por compresión que bonos más largos (GD38, GD41 Y GD46) en la relación riesgo retorno. Es decir, ofrecer una ganancia de capital del doble por encima de los bonos más cortos, pero similar respecto de los bonos más largos por su estructura", indicó.
A modo de ejercicio, según Scelato, una compresión de 200 puntos en el Riesgo País Argentino podría ofrecer un retorno del 11,7% en GD35 vs un 3,7% en GD29 o 4,5% en GD30.
"Esta diferencia se acentúa si las curvas comprimen más. Para colocaciones más conservadoras, tal vez es el momento de aprovechar el spread por legislación en vencimientos 2029 y 2030", dijo Scelato.
Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, destacó que en las últimas semanas se ha visto como la deuda local ha mejorado su pendiente. Sin embargo, advierte que la misma aun no ha terminado de corregir la misma.
Hacia adelante, el econoimista jefe de MegaQM considera que la curva se va a terminar de "normalizar" cuando se recupere el acceso al mercado de deuda para el rolleo de los vencimientos de ese tramo corto. Por ello ve mejor posicionamiento para los bonos mas largos.
"Vemos espacio para que mejore y genere una ganancia si se logra avanzar con esas operaciones en los próximos meses, aunque el calendario electoral puede tener algo de influencia en la definición de fechas. Dadas las paridades y las diferencias de duration, el tramo medio y largo del resto de los instrumentos pueden ser los que, en caso de poder esperarlos, pueden dejar rendimientos más atractivos potenciados por el efecto duration (baja de tasas impactan más en precios cuanto más largos son los plazos", sostuvo.

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