

Una comparación frecuente en el mundo de la política es la de la gestión del actual Gobierno con la de la administración que supo conducir el otrora mandatario Carlos Menem. Ambas gestiones se tocan en puntos sensibles que ayudan a comprender tanto el presente como un eventual futuro de La Libertad Avanza.
En ese sentido, Marina Dal Poggetto no se anduvo con vueltas. La economista presentó junto a Daniel Kerner su nuevo libro “Back to the 90s”, que usa la década menemista como espejo para analizar el presente económico argentino. Y las advertencias sobre el programa de Javier Milei no tardaron en llegar.
“A mi juicio, sacaron los controles de capitales antes de tener recapitalizado el Banco Central”, señaló Dal Poggetto en diálogo con Radio Con Vos. El diagnóstico apunta directo al flanco más débil del esquema oficial: “La no acumulación de reservas” en un contexto donde todavía no se avanzó hacia un esquema de tipo de cambio fijo.
La comparación con los 90 no es caprichosa. Cuando Milei ingresó el busto de Menem a la Casa Rosada en mayo de 2024 y lo declaró “el mejor presidente de la historia”, abrió un debate sobre qué período quería emular. “¿De qué Menem habla?”, se pregunta Dal Poggetto. “¿Del Menem de la revolución productiva y el salariazo, que antes de estabilizar tuvo una segunda hiperinflación? ¿O del Menem que estabilizó y había girado hacia el Consenso de Washington?”
La diferencia de contextos es clave. La Convertibilidad arrancó con herramientas que hoy no existen: “Empezaste a armar los cimientos antes. La Ley de Convertibilidad arranca con un balance del Banco Central saneado y un ajuste fiscal hecho por Erman González”, explicó. En contraste, el gobierno actual “no tuvo un Plan Bonex, tuvo una limpieza del Banco Central, pero ensuciaste el balance del Tesoro”.

El programa financiero en dólares genera interrogantes. Durante 2024 el gobierno pagó vencimientos al contado, y para 2025 consiguió algo de financiamiento del FMI y bancos privados. “La expectativa es que baje el riesgo país para refinanciar”, indicó Dal Poggetto, aunque la pregunta sobre la sostenibilidad del esquema sigue abierta.
Otro punto crítico es el contexto internacional. Los 90 transcurrieron en un mundo unipolar, con el Consenso de Washington como manual de ruta. “Hoy ese manual no está”, advirtió la economista. “Las agendas son múltiples: industrial, verde, geopolítica. Tenés a China en ascenso. Vos te estás abriendo en un mundo que se está cerrando”.
El efecto Estados Unidos en el plan económico de Milei, según Dal Poggetto
La relación con Estados Unidos también cambió radicalmente. En los 90 las “relaciones carnales” con Washington eran centrales en un mundo donde Estados Unidos marcaba la agenda. Hoy, según Dal Poggetto, “con Estados Unidos sos competitivo, no complementario”, lo que genera una paradoja: “El nivel de dependencia que tenés hoy luce muy alto”.
El costo social de la estabilización es otro tema ineludible. La Convertibilidad logró un salto de productividad inédito, pero “la contracara fue el aumento del desempleo”. Hoy el proceso es similar: “El salto en la productividad va a generar daño en términos de empleo, no es gratuito”. Dal Poggetto menciona el caso de Whirlpool, cuya planta “se cerró la semana pasada, se abrió hace dos años”, como ejemplo de las señales perversas que genera reabrir una economía tras años de cerramiento.
“Todavía no construiste una moneda”, resume la economista sobre el momento actual. Y aunque Milei afirmó que su programa de reformas es “17 veces más grande que la Convertibilidad”, Dal Poggetto es cauta: “Llegaste a una crisis y zafaste porque apareció Bessent”.
Su recomendación es clara: “Yo priorizaría la recapitalización del Banco Central por sobre la desinflación tan rápida”. Porque si algo enseñan los 90, según el libro, es que la estabilidad sin reservas y sin coordinación fiscal-monetaria adecuada puede terminar en otra crisis. El DeLorean del título no es solo una metáfora: es una advertencia de que Argentina corre el riesgo de volver al futuro equivocado.















