

El fallo de ayer del juez Thomas Griesa, que impide al Citibank pagar los bonos del canje bajo ley argentina en dólares por considerarlos deuda externa, dificulta los planes del gobierno para colocar deuda nueva en el exterior.
El juez, al incluir los bonos bajo ley argentina emitidos en el extranjero dentro de la cláusula pari passu, dejó el dinero de una nueva colocación pasible de embargo. Y ratificó que todos los participantes en los pagos con negocios en EE.UU. que ayuden a Argentina quedan incluídos en su fallo, lo que hace imposible pagar los vencimientos.
Esta decisión arrincona al país a colocar un bono en dólares ley argentina en el mercado local. Pero los inversores locales no tienen espalda para comprar los montos que necesita el gobierno. Y para sumar a los extranjeros, él país tendría que pagar una mayor tasa de interés para compensar los riesgos de los compradores, porque el dinero podría ser objeto de embargos por parte de los holdouts.
Aunque el país lograra colocar la deuda, los pagos de intereses estarían comprometidos, por la orden explícita de Griesa de que los intermediarios no pueden ayudar a Argentina. A pesar del nuevo convenio entre Caja de Valores y Euroclear, sería esta entidad quien transfiera el dinero a los depositantes, y ella es una de las entidades nombradas en el primer fallo, por el cual no pueden participar.
Las intenciones del magistrado podrían incluso dificultar un pago o eventual canje del Boden 15, que vence en octubre. Un interesado podría presentarse ante la corte de Griesa y consultar si esos bonos quedan incluídos en el fallo y, eventualmente, inhabilitar a los intermediarios a ayudar a Argentina a realizar ambas operaciones.
Hace un par de semanas, JP Morgan y Deutsche Bank habían sondeado a inversores para comprar un Bonar 24 por unos u$s 2.000 millones. Griesa reaccionó solicitando a ambos bancos información sobre la operación y la frenó. La decisión de ayer puso al Citi en el mismo plano de igualdad que esas entidades -descartó que sea representante de los inversores- y cerró más los caminos a una emisión. Argentina necesita dólares financieros por ser su única entrada de divisas en un año en que los ingresos por el comercio exterior se reducirán.
"Griesa está cansado de Argentina. La tendencia es que si Argentina intenta colocar un bono, Griesa lo baja de un hondazo", dijo Guillermo Nielsen, quien participó del primer canje. "La decisión pone un límite infranqueable a nuevas emisiones", consideró.
El abogado Eugenio Bruno, del estudio Garrido, concidió: "El fallo hace casi imposible la emisión de deuda en los mercados internacionales porque cualquier bono bajo ley argentina que se emita en el exterior, aunque sea plata nueva, sería deuda externa. Sería un nuevo bono alcanzado por la cláusula pari passu. En el mercado internacional o vía inversores internacionales que utilicen participantes o agentes custodios internacionales, no se podrá emitir. Hay riesgo de embargo".
Marcelo Etchevarne, del estudio Cabanellas, Etchebarne, Kelly & DellOro Maini, coincidió: "La colocación de bonos no está prohibida por el fallo de Griesa. Por el discovery, el intermediario que tenga dinero de Argentina antes de que compre el bono, por ser un activo de Argentina, comercial y en EE.UU., podría tener un embargo antes de que llegue a la Argentina".
Sin embargo, el abogado explicó que "existen tecnologías jurídicas que permitirían hacer la colocación. El problema es que su complejidad haría que sólo pueda estar destinado a un universo muy reducido de inversores, porque no va a poder ofrecerse a ningún inversor del exterior, y la profundidad local es chica". Si un inversor de afuera decidiera participar, el país tendría que pagar una tasa mayor para compensar los riesgos. "Acabaron las chances serias de colocar deuda en dólares por montos relevantes, tipo Bonar 24, en condiciones óptimas de mercado a inversores externos", agregó.
Según explicó Alejo Costa, estratega de Puente, el gobierno podría emitir bajo ley argentina a través de un intermediario local. "Sin embargo, la liquidez en dólares es reducida. Por lo que se tendría que hacer gradualmente a lo largo del tiempo, de forma tal que las institucionales locales puedan vender los bonos gradualmente al exterior. Para una emisión de u$s 2.000 millones en un período corto, se tendrían que hacer varias emisiones por montos de alrededor de u$s 200 millones. Venezuela utilizó ese recurso".
Aunque el país lograra colocar, le sería imposible pagar. En adelante, Euroclear utilizará como depositante a la Caja de Valores, en vez del Citi, para los pagos bajo ley argentina. Pero se concide en que esa entidad no se atreverá a evadir las órdenes del juez. "Euroclear no va a mover un dedo sin la autorización de Griesa", dijo Nielsen.
Etchevarne se adelantó: "Si Euroclear cambiara los mecanismos de pago de Citi a favor de una entidad local, es posible que haya una acción por desacato si los demandantes consideran que se violó la orden de Griesa que prohíbe alterar los mecanismos de pago". El abogado también consideró que un interesado podría bloquear las cancelaciones del Boden 15: "Posiblemente, NML vaya a atacar a los Boden 15, Bonar X, etc. Pero eso afecta a los tenedores y no a Argentina".
*Con la colaboración de María Elena Candia













