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El mercado lleva semanas especulando con que el Banco Central (BCRA) acelerará el ritmo de devaluación una vez superadas las elecciones de medio término. Sin embargo, un nuevo dato comienza a sembrar preocupación respecto a algunos de los efectos que ese shock devaluatorio podría tener.
El BCRA estuvo haciendo uso de todas las herramientas a su alcance para calmar al dólar y llegar a las elecciones. Vendió dólares en el MULC, intervino en los dólares financieros a través de compras y ventas de bonos y también estuvo vendiendo contratos de dólar futuro.
Esta última herramienta tuvo un protagonismo central. Tanto es así que según datos de la consultora 1816, el Central alcanzó su límite de capacidad de ventas. Y es por ello que, en caso de devaluar, deberá emitir para cumplir con sus contratos.
"Estimamos que el BCRA está vendido unos u$s 6000 millones en total, con una posición vendida de u$s 4500 millones en Rofex y u$s 1500 millones en MAE. Si esas estimaciones son correctas, entonces el BCRA podría llegar a su límite de Rofex (u$s 5000 millones) antes de fin de mes. El límite en MAE es de u$s 4000 millones", advirtieron los analistas de 1816 en un informe.

Con una visión similar, desde Cohen advirtieron que el BCRA estaría cerca de su límite de capacidad vendida en dólar futuro.
"Actualmente, el interés abierto -cantidad de contratos vigentes en el mercado- está en u$s 7827 millones (u$s 6002 millones en ROFEX y u$s 1825 millones en MAE), lo que implica que, siendo el BCRA el principal vendedor, no estaría muy lejos de los mencionados límites. El último dato oficial de posición vendida del BCRA es de finales de septiembre, momento en el cual era de u$s 1770 millones, aunque ahora, según estimaciones, ya superaría los u$s 5000 millones", dijeron.

Emisión monetaria
El mercado estuvo comprando dólar futuro para cubrirse de una eventual devaluación, siendo el BCRA casi el único oferente. Y pese a las bajas registradas en estos primeros días de la semana en las tasas de Rofex, hay una persistente demanda de cobertura cambiaria.
De ocurrir un salto en el tipo de cambio, el Central deberá cerrar las diferencias pagándole a los compradores, debiendo emitir pesos para ello.
Dado que el BCRA estaría vendido en $ 6000 millones aproximadamente entre Rofex y MAE, el mercado calcula que si el dólar sube $ 10 debería, la entidad emitir cerca de $ 55.000 millones. Si, en cambio, decide que el dólar suba $ 20, debería emitir cerca $ 110.000 millones, mientras que si el dólar avanza $ 30, el Central debería emitir unos $ 170.000 millones.
Si se va al extremo, y el BCRA devalúa 50%, la emisión monetaria seria de mas de $260.000 millones. A esto se le deberá sumar la emisión monetaria por gasto para asistir al Tesoro, por Leliq y por deuda, que en total suma mas de $8 billones en los próximos meses.
Adrián Yarde Buller, economista jefe y estratega de Facimex Valores, remarcó que los futuros descuentan una aceleración de la tasa de devaluación a la zona de 4% al 5% mensual, por lo que si el BCRA optara por sorprender con una devaluación más brusca debería cubrir el mark to market de los futuros. Eso, agregó, implicaría una mayor emisión monetaria.
"El BCRA debería salir a emitir para cubrir el diferencial generado en los contratos de futuro de dólar a partir de una eventual devaluación, aunque no tenemos un dato actualizado con respecto a la posición vendida del BCRA en futuros y su distribución entre los diferentes contratos como para hacer un cálculo concreto. Obviamente, el impacto monetario sería relevante, aunque creo que quedaría en un escalón secundario en comparación con el elevado financiamiento monetario que estuvimos viendo en el último año y medio", explicó.
Por su parte, Martín Vauthier, director de Anker Latinoamérica, sostuvo que la posición vendida en dólar futuro por parte del BCRA es menor respecto de lo que se había alcanzado en 2015, por lo que el impacto en la emisión monetaria también sería menor.
Sin embargo, el economista advierte que, si la posición vendida en dólar futuro sigue creciendo, el panorama podría tornarse más complejo.
"Actualmente la posición vendida de dólar futuro del BCRA y su impacto en la emisión monetaria luce más acotada respecto de lo que se registraba en 2015. Sin embargo, la presión sobre el dólar en todas sus formas, si no aparecen señales rápidas en torno a un acuerdo con el FMI, continuarían", dijo.
Para evitar tal escenario adverso, Vauthier advierte la necesidad de un programa económico de la mano de un acuerdo con el FMI.
"Una devaluación del oficial sin un programa económico atrás, lo único que haría sería acelerar la nominalidad, sin generar un achicamiento en la brecha. La única manera de achicar la brecha es por las buenas, con una baja del techo y anclaje de expectativas, más que por un overshooting del piso. Si esas señales no aparecen rápido, con un mercado a la expectativa, podemos tener una continuidad de la dinámica cambiaria actual y una mayor presión sobre todos los dólares", proyectó.
El mercado espera que haya algún cambio en la política monetaria del BCRA y la velocidad en la devaluación del oficial.
Martín Salvo, CIO de Bind Inversiones, considera que probablemente el ritmo de depreciación cambiaría podría ir más cerca del 30% al 40% anual para arrimar a la inflación. A su vez, agrega que es probable que se espere a algún tipo de pre-acuerdo o acuerdo con el FMI para realizar cambios más profundos.
"El mercado fue perdiendo algo apetito por los futuros de dólar en estas dos primeras ruedas luego de los comicios y las implícitas también comprimieron. Si bien el salto discreto representaría un número considerable en término de nuevos pesos en la calle, no es relevante en el marco del resto de las correcciones que hay que hacer", comentó.













