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En la previa de las elecciones legislativas, los argentinos profundizaron la dolarización de sus carteras y julio marcó un salto significativo en la demanda de divisas, registrando la mayor cantidad de compra de ahorristas desde 2019.

Según se desprende del último balance cambiario del BCRA, las "personas humanas" compraron billetes por u$s 3408 millones y vendieron apenas u$s 367 millones. En total, 1,3 millones de individuos se volcaron a la compra de billetes verdes, frente a unos 576 mil que se desprendieron de ellos.

La comparación con junio muestra con claridad la aceleración del proceso: ese mes, las compras habían alcanzado u$s 2416 millones, con un millón de personas que participaron en el mercado, mientras que las ventas se ubicaron en u$s 396 millones y fueron realizadas por 544 mil individuos.

Es decir, de un mes a otro, los montos comprados treparon más de u$s 900 millones y la cantidad de compradores aumentó en 300 mil, lo que refuerza la tendencia a dolarizar ahorros en medio de la incertidumbre política y económica y a pesar de los esfuerzos del equipo económico para evitar un salto en el tipo de cambio.

Según informó el BCRA, "el Sector Privado no Financiero fue comprador neto de moneda extranjera por u$s 282 millones en el mercado de cambios. Dentro de ese grupo, las Personas humanas registraron egresos netos por u$s 5.644 millones, principalmente por compras netas de billetes y divisas sin fines específicos por u$s 5.807 millones".

"Cabe señalar que, parte de los fondos adquiridos y registrados en la cuenta billetes quedan depositados en cuentas locales o pueden ser utilizados posteriormente para la cancelación de consumos con tarjetas en moneda extranjera y no necesariamente constituir formación de activos externos como destino final de estos fondos", advirtió el BCRA.

En tanto, los argentinos gastaron en julio u$s 1.192 millones. Esa cifra estaría explicada por las vacaciones de invierno y por consumos con tarjeta de crédito de bienes y servicios provistos por extranjeros.


La mirada la City

Cabe destacar que los agentes del mercado esperaban que, dados los esfuerzos del Gobierno para evitar una disparada del dólar, la tendencia dolarizadora para este mes fuese más moderada.

Y es que como explicó el analista financiero, Christian Buteler, en declaraciones a El Cronista cuando se desarmaron las Lefi, se generó un exceso de liquidez en el mercado que provocó un derrumbe en la tasa de interés.

"Ese movimiento disparó la demanda de dólares incluso antes de lo esperado. Desde ese momento, todas las medidas adoptadas tanto por el Tesoro como por el Banco Central estuvieron enfocadas en contener al dólar", advirtió el experto.

Cabe recordar que se retiraron pesos de la plaza, se convalidaron tasas mucho más altas, se intervino en el mercado de futuros, se elevaron tres o cuatro veces los encajes bancarios e incluso se dictaron normas con el mismo objetivo: "Frenar la presión sobre el tipo de cambio", deslizó Buteler.

En este contexto, la estrategia oficial fue clara: "Reducir la demanda de dólares, que suele volverse más volátil en épocas electorales, aunque eso implicara tensionar al máximo la política monetaria y asumir el costo sobre la actividad económica", comentó Buteler.

Para el reconocido analista, el Gobierno tomó una decisión política explícita: "Priorizar llegar a las elecciones con un dólar en calma, con su correlato en la inflación también contenido, aun a costa de un enfriamiento de la economía".

Para Gustavo Quintana, de PR Operadores de Cambio, era probable que la dolarización de los argentinos mermara por el apretón monetario que aplicó el equipo económico, algo que a priori no habría dado resultado.

"El nivel de tasas de interés fue muy significativo y creo que pudo haber contribuido a moderar el proceso de dolarización. De todos modos, el proceso electoral se acerca a partir de ahora y todo puede cambiar", concluyó Quintana.

Servicios, ingreso primario e ingreso secundario

Del balance también se desprende que la cuenta "Servicios" registró un déficit de u$s 928 millones en julio, resultado más deficitario que el de julio de 2024 por u$s 361 millones.

Dicho déficit se explicó por los egresos netos en concepto de "Consumos de bienes y servicios pagados con tarjetas, viajes y pasajes (excluyendo servicios digitales)".

Este se explicó por los egresos brutos por u$s 129 por servicios de transporte de pasajeros y u$s 124 millones de giros al exterior de operadores turísticos y a u$s 1.063 millones de gastos por tarjetas, consigna el documento.

De estos últimos, u$s 146 millones correspondieron a compras de servicios digitales, mientras que los pagos por bienes despachados mediante servicios postales se estimaron en u$s 94 millones (valor de las importaciones CIF informadas por INDEC para el mes).

Así, la estimación de gastos con tarjetas por consumos asociados a viajes alcanzó u$s 952 millones en julio, como resultado de la suma de los egresos por servicios de transporte de pasajeros, operadores turísticos y la citada estimación de gastos con tarjetas por viajes.

"Cabe señalar que un 70% de todos los egresos por consumos de bienes y servicios pagados con tarjetas, son directamente cancelados por los clientes con fondos en moneda extranjera. Por su parte, los ingresos brutos por consumos de bienes y servicios pagados con tarjetas, viajes y pasajes totalizaron u$s 229 millones en el mes", concluyó el documento.