

En línea con la calma evidenciada en Wall Street, los bonos argentinos operaron con leves subas este miércoles, en la antesala de los feriados de Navidad. Mientras los analistas esperan mayores señales respecto a la negociación con el FMI y de ajuste fiscal por parte del Gobierno, los bonos argentinos volvieron a anotar leves avances, aunque siguen operando con tasas del 16% y están entre los que más rinden en el planeta.
Las acciones argentinas en Nueva York mostraron subas de hasta el 4,9% lideradas por los papeles de Loma Negra. Detrás, con una mejora de 4,1%, se ubicó el Banco Supervielle, mientras que el Banco Macro cerró el podio de mejoras al escalar un 3,9%. En el otro extremo, en tanto, MercadoLibre y Telecom Argentina se destacaron entre aquellas que finalizaron con rendimiento negativo, luego de anotar pérdidas respectivas de 3,6% y 3,5%.

En uno de los últimos días operativos del año en Wall Street, las acciones cotizantes en el Dow Jones y el S&P 500 dejaron mayoría de mejoras mientras el mercado permaneció atento a posibles avances sobre el nuevo programa de ayuda fiscal de EE.UU. por u$s 900 billones a la vez que los inversores siguen de cerca los riesgos de una nueva cepa de coronavirus detectada en Reino Unido. De esta manera, los mencionados índices bursátiles treparon 0,38% y 0,07% respectivamente, mientras que el tecnológico Nasdaq cayó 0,29%.
El balance del año para estos 3 indicadores es positivo ya que todos ellos se encuentran cerrando el 2020 con ganancias. El Dow Jones suma un 5,2% en 2020 seguido por el S&P500 que avanza 14,1%. Como claro ganador del año se encuentra el Nasdaq que acumula un avance en 2020 del 42,7%.

En este escenario de calma, los bonos argentinos operaron al alza. Todos los tramos de la curva cerraron en positivo el miércoles con la parte corta de curva subiendo 0,28% para el Global 2029 y 0,50% para el Global 2030. En la parte media, los Globales 2035 y 2038 avanzaron 0,68% y 0,07% respectivamente. Finalmente, los bonos más largos, a 2041 y 2046, ganaron 0,15% y 0,17% respectivamente.
En el acumulado de los últimos 5 días los bonos ganan hasta 2%. Sin embargo, pese a estas leves mejoras, la renta fija argentina sigue estando entre los más golpeados y opera con el mayor nivel de riesgo del planeta.
La curva soberana sigue estando invertida y opera con tasas cortas del 15,5% mientras que los vencimientos más largos muestran tasas del 14%. Es decir, la curva no solo esta desplazada al alza sino que también este invertida, lo cual sigue demostrando la desconfianza de los inversores para con la deuda argentina, en un mundo de tasas ultra bajas y de extrema liquidez a nivel global.

En este escenario, el riesgo país se mantiene en niveles muy elevados, operando en 1361 puntos, o un 33% por encima de los valores alcanzados tras la reestructuración de la deuda. Pese a haber reestructurado los pagos, los bonos siguen sin poder mejorar y el riesgo país se mantiene en niveles elevados, dejando a la Argentina fuera de los mercados de capitales internacionales.

Los analistas de Porfolio Personal Inversiones (PPI) remarcaron que las miradas del mercado se mantienen principalmente en las negociaciones con el FMI, el comportamiento de la brecha -en el marco de reservas negativas, y emisión fiscal que se vuelve a reactivar en el último mes- y con lógica, ya de cara al 2021, en la magnitud de la recuperación económica del año entrante.
“Se entiende que un acuerdo con el Fondo vendría de la mano de un mayor esfuerzo fiscal que mejoraría la capacidad de pago futura; aunque, asumiendo que es un año electoral, es difícil imaginarse un gran ajuste. En este marco, una mejora en las perspectivas de mercado será fundamental para estabilizar la economía. Y la realidad es que en línea con las expectativas, se mueven las curvas de rendimientos de los bonos soberanos en dólares, que actualmente promedian el 15% y 16% , dijeron.

Los analistas de Argenfunds explicaron que los bonos vienen manifestando ligeras subas en promedio, en un contexto en el que los inversores se mantienen atentos a las negociaciones entre Argentina y el FMI, el cuales clave para la economía doméstica. Además explicaron que otro factor clave para la deuda es que la incertidumbre crece por los efectos de la pandemia, sin certeza respecto a la aplicación de la vacuna contra el Covid-19.
“El ministro de Economía, Martín Guzmán, había asegurado la semana pasada que la firma de un programa con el FMI deberá esperarse para marzo o abril. Por lo que la incertidumbre acerca de un acuerdo seguirá y generará volatilidad en el mercado. Por su parte, en un contexto en el que no existe el financiamiento en los mercados voluntarios de deuda, Argentina pretende conseguir unos u$s 5.000 M en préstamos del BID y del BM para satisfacer sus necesidades financieras de 2021, en un año en el que el déficit fiscal primario que podría rondar 4,5% de su PIB el año que viene , dijeron desde Argenfunds.
Existen factores de corto plazo que podrían estar beneficiando a la deuda local. Los analistas de Delphos Investment remarcaron que, con el afán de no quedar expuestos en títulos gravados por bienes personales en la foto de fin de año, muchos inversores decidieron rotar parte de la cartera hacia bonos soberanos generando un incremento en la cotización, principalmente en la parte larga de la curva,
“Creemos que aún con estos precios el AE38 es el que cuenta con un mayor potencial upside ya que paga mayor cupón que el resto. Por otro lado, para aquellos que deseen permanecer en la parte corta de la curva, los ratios favorecen a bonos como AL29 o GD29 vs. el AL30 que se encuentra rindiendo la misma tasa que sus comparables ley NY , comentaron.
Alta probabilidad de default
Según detallaron desde PPI, hoy en día, la curva de CDS exhibe una probabilidad del 35% de caer en default en los próximos tres años, lo cual es extremadamente alto dado que el país tiene requisitos de pago de bonos de solo u$s 3.570 millones hasta 2023 (incluyendo instrumentos de la Ley de Arg. y NY).
La probabilidad de default a 1 año es del 12,5% y la misma salta al 35% a 3 años, fecha en la que finalizaría el mandato de Fernández. Si se mira al largo plazo, la probabilidad de default a 10 años es del 92%, o prácticamente asegurado.














