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Rusia ha iniciado su mayor contraataque contra las sanciones de la Unión Europea al cortar el flujo de gas a Polonia y Bulgaria por su negativa a utilizar un nuevo mecanismo de pago que permite a Moscú acceder al dinero que recibe por sus exportaciones de energía.

El movimiento de Gazprom, el proveedor estatal de gas ruso, ha sacudido los mercados mundiales del gas, haciendo subir los precios y recordando la voluntad del Kremlin de retener las exportaciones energéticas de Europa.

Además de aumentar los temores sobre la seguridad energética del bloque, la decisión de dos Estados miembros de rechazar el nuevo método de pago del Kremlin y soportar el corte del flujo de gas ha puesto en primer plano la cuestión de la unidad europea frente a Rusia.

¿A qué se debe el corte?

A finales de marzo, el presidente ruso Vladimir Putin decretó que los compradores de gas de las naciones consideradas "hostiles", entre los que se encuentran todos los países de la Unión Europea, debían abrir cuentas bancarias en divisa extranjera y en rublos en Gazprombank en Suiza para pagar sus suministros. La medida se interpretó como una forma de neutralizar las sanciones de la Unión Europea contra el banco central ruso.

Desde entonces se ha debatido si el sistema -mediante el cual los compradores pagan el gas depositando euros o dólares en Gazprombank, que a su vez los convierte en rublos utilizando las llamadas cuentas "K"- viola tanto las sanciones de la Unión Europea contra Moscú como los contratos de suministro de gas. Los contratos de suministro de gas especifican la moneda de pago, que es el euro y el dólar para casi todos en Europa.

Putin ha exigido que los compradores de gas ruso paguen en rublos. El debate sobre el mecanismo propuesto por Moscúa través de Gazprombank -al que la Unión Europea excluyó cuidadosamente de las sanciones- se centra en si pagar de este modo equivale a un pago en rublos o en moneda extranjera.

El plan de Rusia entró en vigor el 1 de abril. Polonia y Bulgaria, dos de los países de la Unión Europea que más abogan por reducir rápidamente la dependencia del gas ruso, eran los países cuyos pagos vencían antes, según lo estipulado en sus contratos.

¿Cómo impacta a polonia y bulgaria la pérdida del gas ruso?

Polonia y Bulgaria importan grandes volúmenes de gas ruso, que suponen el 45% y el 80% de sus necesidades, respectivamente, según la Agencia Internacional de la Energía. En conjunto, sus contratos les permiten importar 13.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, lo que equivale a cerca del 8% de las importaciones de gas ruso de la Unión Europea el año pasado.

Sin embargo, no se espera que el corte de estos suministros cause graves problemas a ninguna de las dos naciones, debido al descenso de la demanda durante la primavera por las temperaturas más cálidas.

"Esto no va a ser problemático a corto plazo para ninguno de los dos", afirma Simone Tagliapietra, investigador sénior del think-tank Bruegel de Bruselas.

Las reservas de gas de Polonia son extremadamente altas para esta época del año, del 76% de su capacidad, ya que el país se ha asegurado grandes volúmenes de gas natural licuado (GNL) estadounidense. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha insistido en que su país puede vivir sin el suministro ruso, acusando a Rusia de aplicar un "imperialismo del gas" por cerrar el grifo.

Bulgaria y Polonia llevan años trabajando para reducir su dependencia del suministro de Moscú, y tenían previsto que sus contratos con Gazprom expirasen a finales de año.

Varsovia ha ampliado una terminal de GNL en el puerto báltico de Swinoujscie, y en mayo empezará a funcionar una nueva interconexión con Lituania. En octubre se inaugurará un gasoducto que unirá Polonia con los yacimientos noruegos, con una capacidad anual de 10 bcm.

Por otra parte, en julio empezará a funcionar un nuevo gasoducto entre Bulgaria y Grecia que permitirá abastecerse de Azerbaiyán.

Ambos países también podrían abastecerse en los hubs de comercialización de gas en Europa, que podrían incluir gas exportado originalmente desde Rusia.

¿Qué países pueden ser los próximos afectados?

El calendario de plazos para que los distintos compradores europeos paguen el gas ruso no está claro, ya que los contratos entre Gazprom y sus clientes son confidenciales. Pero se espera que el momento de la verdad para la mayoría de las empresas llegue en mayo, cuando deban pagar el gas entregado en abril, según funcionarios rusos.

La atención se ha centrado en la respuesta de Alemania e Italia, los dos mayores importadores de gas ruso del continente. Uniper en Alemania y Eni en Italia, dos de los mayores compradores europeos de gas ruso, han declarado que sus plazos de pago vencen hacia finales de mayo.

Funcionarios de Alemania, y los informes técnicos oficiales de la Unión Europea, apuntan a la viabilidad de un método de pago que respete las sanciones.

"Alemania hará sus pagos en euros y no en rublos, y luego será cosa de Gazprom cómo convierta el dinero. Hemos acordado este enfoque con la Unión Europea y seguiremos por esta vía", declaró el miércoles el ministro de Economía alemán, Robert Habeck.

Los analistas también dudan de que a Moscú le convenga cortar el flujo de gas a sus mayores clientes.

"Desde el punto de vista de Rusia, cortarles el suministro tiene importantes implicaciones para los ingresos", advierte Tom Marzec-Manser, responsable de análisis del gas en ICIS, una consultora de datos sobre materias primas.

Andrei Belyi, profesor adjunto de Derecho y Política Energética en la Universidad de Finlandia Oriental, sostiene que la decisión de aislar a Polonia y Bulgaria es "una medida rusa para castigar a quienes quieren eliminar gradualmente el gas natural de Rusia para 2022. Lo que une a Bulgaria y Polonia es que han decidido no renovar los contratos de gas con Rusia a partir de diciembre".

¿qué pasa con los precios del gas?

Los precios del gas en Europa se dispararon hasta un 20% con las primeras operaciones del miércoles, y posteriormente se estabilizaron en un alza del 10% en 108 euros por megavatio hora.

Los precios contratados del gas suelen situarse por detrás de los precios del mercado al contado, y normalmente se actualizan con periodicidad mensual para reflejar los precios del mercado durante el mes anterior. Esto significa que el suministro de gas ruso puede resultar significativamente más barato que la importación de suministros de GNL cuando los precios al contado aumentan.

Niek den Hollander, director de operaciones de Uniper, cree que el impacto sobre el mercado no será importante, pero admite que el mercado está interpretando el "nerviosismo" sobre la continuidad del suministro de gas ruso a Europa como una "señal alcista".

¿Qué hará la Unión Europea?

Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, acusó a Rusia de intentar utilizar el gas como "instrumento de chantaje" al cortar los flujos hacia Polonia y Bulgaria.

Sin embargo, la Unión Europea ha tenido dificultades para dar una respuesta definitiva sobre si las empresas y los Estados miembros deben cumplir el nuevo mecanismo de Putin.

Un documento de la Comisión publicado el viernes decía que el mecanismo de pago de Rusia podía cumplir los contratos bajo algunas condiciones, como que las empresas dejasen claro que sus obligaciones de pago terminaban una vez depositado el dinero en la cuenta en divisa extranjera.

Hungría es el país que ha indicado con más firmeza que accederá a la petición de Moscú de adoptar un nuevo mecanismo de pago, mientras que Alemania, Austria y Eslovaquia han señalado que también podrían acceder.

Sin embargo, a pesar de las orientaciones técnicas de la Comisión, Von der Leyen ha advertido a las empresas contra la apertura de cuentas en Gazprombank, como ha exigido el Kremlin.

"Alrededor del 97% de todos los contratos estipulan explícitamente los pagos en euros o dólares, así que está muy claro. La petición de la parte rusa de pagar en rublos es una decisión unilateral y no conforme a los contratos", indicó. "Las empresas con este tipo de contratos no deberían acceder a las exigencias rusas".

Dado que la decisión parece dejarse en manos de las empresas y los Estados, los analistas afirman que la maniobra del Kremlin -que tiene graves repercusiones para la reputación de Gazprom como proveedor fiable- sirve para dividir a Europa al hacer ver el dolor que supone la imposición de sanciones.