Misterio en Evergrande: el gobierno chino arrestó al CEO de la empresa
Las autoridades chinas notificaron a la empresa que Hui Ka Yan fue objeto de "medidas obligatorias", aunque no explicaron en qué consisten las medidas ni de qué delitos es sospechoso.
Evergrande comunicó el jueves que su presidente, Hui Ka Yan, había sido sometido a "medidas obligatorias" por sospechas de participación en "delitos ilegales", una señal de la escalada de la presión gubernamental sobre el desarrollador chino casi dos años después de que su default sacudiera los mercados mundiales.
En un comunicado a la Bolsa de Hong Kong, la empresa dijo que había "recibido notificación de las autoridades pertinentes" de la acción contra Hui, pero no dio más detalles sobre las medidas o los presuntos delitos.
El anuncio de Evergrande se produjo después de que Bloomberg informara esta semana de que la policía china se había llevado a Hui a principios de mes y lo había puesto bajo la llamada vigilancia residencial, una forma de acción policial que no llega a ser una detención o arresto formal.
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Evergrande, que desencadenó una crisis inmobiliaria en China cuando dejó de pagar sus deudas a fines de 2021, parecía estar acercándose en los últimos meses a un acuerdo de reestructuración con sus acreedores internacionales.
Pero la empresa dijo el fin de semana que una investigación oficial le impedía ahora emitir nuevos pagarés, alegando la necesidad de cumplir con las medidas impuestas por los principales organismos reguladores financieros de China. La imposibilidad de emitir nuevos pagarés impediría de hecho que el plan siguiera adelante.
El fracaso de última hora del acuerdo se produjo en un momento en el que Beijing se esfuerza por contener la escasez de liquidez que sigue afectando a su sector inmobiliario, de vital importancia para la economía, con la desarrolladora Country Garden al borde del default este invierno y señales de efectos indirectos en la empresa de inversiones Zhongrong.
Hui se subió a la ola de la urbanización de China para convertirse en el hombre más rico de Asia, pero su fortuna se ha desplomado y ha recibió presiones para que apoye personalmente a su empresa, necesitada de liquidez.
En un primer indicio de su caída en desgracia política, Hui fue excluido el año pasado de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, órgano asesor de la Asamblea Popular Nacional de Beijing al que se unió por primera vez en 2008.
Evergrande no respondió a una solicitud anterior de comentarios sobre la denuncia de la actuación policial contra Hui. No fue posible contactar con Hui para que hiciera comentarios.
Beijing trató de frenar a sus desarrolladores altamente endeudados en 2020 y ha optado por no rescatar a Evergrande y sus pares -que se cuentan por docenas- que han defaulteado en los últimos dos años. En su lugar, el Gobierno ha dado prioridad a garantizar la finalización de los proyectos de construcción inacabados.
Pero en los últimos meses los dirigentes políticos han intentado adoptar un enfoque más favorable, dada la continua debilidad de un sector que suele representar más de una cuarta parte de la actividad económica. Las principales ciudades también han relajado las restricciones a la compra de viviendas, diseñadas para evitar el recalentamiento de los precios.
La presión sostenida sobre el otrora floreciente mercado inmobiliario forma parte de una serie de dificultades económicas a las que se enfrenta el gobierno del presidente Xi Jinping, entre ellas el descenso de las exportaciones y un decepcionante repunte tras el levantamiento de las restricciones de Covid cero a principios de año.
La policía de la ciudad de Shenzhen, donde tiene su sede el grupo, dijo este mes que había detenido a algunos empleados de su unidad de gestión de patrimonios. Tras el anuncio de la policía, Evergrande declaró que algunos de sus empleados habían sido sometidos a "medidas coercitivas penales".
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