
La inversión de valor sigue rindiendo menos que la inversión de crecimiento, y la brecha entre los retornos se amplió como nunca en al menos 25 años.
Los fondos de valor ofrecieron un rendimiento de 624% desde 1995, mientras que los fondos de crecimiento 1072% en el mismo período, según datos de Brewin Dolphin y Thomson Financial Datastream, una firma de gestión de patrimonios. La pandemia de coronavirus ha exacerbado la disparidad, ya que las acciones de crecimiento como las grandes empresas tecnológicas de EE.UU. han tenido un rendimiento superior, lo que tomó desprevenidos a los inversores de valor.
Los inversores de valor buscan acciones subvaluadas o poco glamorosas a bajo precio que muestran su valor latente a medida que pasa el tiempo. La inversión de crecimiento se centra en las empresas que van a tener un mejor desempeño que sus pares. Ésta conlleva un mayor riesgo y depende del desempeño muy superior de un puñado de grupos excepcionales que ofrecen grandes retornos.
John Moore, gerente de inversiones de Brewin Dolphin, dijo: "Mientras un inversor de valor podría elegir acciones de un banco conocido, que parecen baratas en función a su relación precio-ganancias, un inversor de crecimiento quizás busque una fintech que amenaza con alterar la industria".
¿QUÉ LES PASÓ A LAS ESTRATEGIAS DE VALOR?
La inversión en valor es más sensible a una desaceleración económica. A pesar de los diez años de mercado alcista, el crecimiento ha sido bajo. Las tasas de interés se mantienen bajas, y mayormente chatas, desde 2009.
Si bien las acciones de valor pueden ofrecer un rendimiento mientras se vean impulsadas por la marea que "mantiene a flote todos los barcos", sin crecimiento económico muchas no lograron ofrecer retornos a los inversores.
La inversión de crecimiento es menos sensible a factores como tasas de interés e inflación, y en cambio depende de la innovación y la ventaja competitiva. Las inversiones de crecimiento más importantes de la última década fueron las que aprovecharon el cambio tecnológico, como las compañías tecnológicas apodadas "Faang" de EE.UU. Empresas como Google, Netflix y Apple crearon nuevas fuentes de demanda entre los consumidores y, como resultado, explotaron los precios de sus acciones.
Algunos analistas afirman que las acciones de valor ahora están tan baratas y subvaluadas que ésta podría ser la oportunidad de adquirir acciones antes de que ese estilo de inversión vuelva a ser favorable. Otros son escépticos y señalan la creciente diferencia de rendimiento.
La inversión de valor tiene una función dentro de una cartera equilibrada, explicó Moore, pero los inversores deben saber elegir cuando buscan valor. La crisis que se viene podría ser buena para los inversores de valor, porque las empresas existentes harán cambios sustanciales para capear la tormenta y salir fortalecidas.
Traducción: Mariana Oriolo














