La industria de los cruceros, que mueve u$s 45.000 millones, enfrenta una batalla por recuperar la confianza de sus clientes. Fueron canceladas más de 50 travesías, siete puertos han cerrado y miles de planes de vacaciones han sido interrumpidos mientras las autoridades políticas se esfuerzan por evitar la propagación del coronavirus.

"Si se apacigua ahora, probablemente sea manejable", dijo Alex Brignall, analista de Redburn que cubre el sector de los cruceros. "Si el virus sale de Asia en un crucero, será muy diferente", agregó.

Las acciones de los tres mayores operadores de cruceros -Carnival, Royal Caribbean y Norwegian Cruise Line- registraron caídas de entre 10% y 16% desde principios de año como resultado de la gran preocupación que muestran los inversores.

Las propias navieras advirtieron que las reservas para todas las regiones han sido "suaves" desde que comenzó el brote.

Royal Caribbean afirmó hace unos días que las cancelaciones, junto con la suspensión de las travesías programadas en Asia hasta fines de abril, provocarían una caída de las ganancias cercana a 12% este año. Carnival se refirió a un golpe de casi 14% por acción si los itinerarios asiáticos se cancelan hasta mayo.

Para la industria de los cruceros, Asia es un mercado chico, pero que crece con rapidez. El número de pasajeros asiáticos subió a cerca de 4,2 millones en 2018, frente a 1,2 millones cinco años antes, según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, su sigla en inglés). Más de la mitad de ellos eran chinos.

Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), los chinos que viajaron al exterior gastaron u$s 277.000 millones en 2018, más que cualquier otra nacionalidad.

Costa, una marca de Carnival y la primera en ofrecer cruceros por China, lanzó un buque específico para el mercado chino en mayo de 2019, con siete salas de karaoke y casinos más grandes.

Royal Caribbean, la segunda compañía de cruceros más grande del mundo, tiene dos cruceros programados para viajar a China este año. No han hecho cambios a esos planes.

"Ya hemos tomado medidas agresivas para minimizar el riesgo mediante restricciones para el embarque y cambios de itinerario", dijo Richard Fain, CEO de Royal Caribbean en un reciente comunicado. La CLIA afirmó que las compañías de cruceros reaccionaron de manera "ágil y han respondido" ante la situación.

Ya antes, la industria enfrentó crisis. El hundimiento del Costa Concordia en 2012 frente a la costa de Italia provocó 32 muertos. Un año después, 4200 pasajeros y tripulación quedaron atrapados en el Carnival Triumph por casi una semana sin energía luego de que se incendiara una sala de motores, mientras que con frecuencia aparecen brotes de norovirus que salen en primera plana de los diarios.

Pero "chocar un crucero no es contagioso, tampoco lo es quedarse sin electricidad", comentó Brignall, agregando que con el elevado número de pasajeros de edad avanzada y las condiciones de encierro a bordo, "si algo se escapa de la red, el impacto puede ser inmenso".

Mientras los operadores esperan que se reanude la navegación en Asia, la industria de los cruceros rápidamente recalcó la rigurosidad de sus procedimientos sanitarios de rutina.

"Hacemos chequeos durante el viaje y también al inicio. La tripulación está entrenada para detectar pasajeros enfermos", dijo un ejecutivo de la industria, que no quiso revelar su nombre. "Es una de las cosas en la que colocamos más valor".

Todos los cruceros tienen una habitación de hospital y a los pasajeros se les alienta a lavarse regularmente las manos. Desde el brote del coronavirus, las grandes compañías empezaron a tomarles temperatura antes de abordar y a los pasajeros de China se les prohíbe subir a los buques.

También han pagado millones de dólares en reembolsos. En base al precio de una cabina promedio para el próximo año, la cancelación de un crucero completo de 12 días desde Hong Kong le costaría a Norwegian u$s 2,3 millones en devoluciones.

Pero si bien los pasajeros son resarcidos por los viajes cancelados, la mayoría de las operadoras de cruceros no están aseguradas contra este tipo de situaciones, como el brote de coronavirus, porque las primas son demasiado elevadas.

Traducción: Mariana Oriolo