Argentina ha refinanciado deuda soberana denominada en pesos por unos u$s 50.300 millones en un canje récord de bonos destinado a aliviar la presión sobre las cuentas públicas y facilitar el camino para que el presidente libertario Javier Mileilevante el control de cambios a finales de este año. El Ministerio de Economía, dirigido por el ex trader de Wall StreetLuis Caputo, dijo el martes que había canjeado títulos por $ 42,6 billones -que representan el 77% de los instrumentos del Tesoro con vencimiento este año- por los que vencen entre 2025 y 2028. Caputo intenta eliminar el déficit fiscal de Argentina este año y poner fin a la dependencia del Gobierno de la impresión de dinero. El objetivo último, según los analistas, es frenar tanto la altísima inflación del país como las presiones sobre el tipo de cambio, que hacen arriesgado levantar los estrictos controles de divisas introducidos por gobiernos anteriores. Los controles, que fijan el valor del peso provocan enormes distorsiones en la economía argentina y son un obstáculo para la inversión. Milei ha dicho que quiere eliminarlos a mediados de 2024. El canje de deuda fue un gran paso adelante en la estrategia global de Caputo, dijo Salvador Vitelli, jefe de investigación de la consultora Romano Group. "Esto le dará al Gobierno mucho más espacio para respirar en materia financiera", dijo. El lunes, el Banco Central de Argentina, dirigido por Santiago Bausili, estrecho aliado de Caputo, redujo la tasa de interés de referencia del 100% al 80%. Los analistas señalaron que la medida pretendía reducir, en términos reales, los pasivos del banco central. Argentina lleva años luchando contra una inflación galopante, y el martes las cifras oficiales mostraron que la tasa interanual alcanzó en febrero el nivel más alto en tres décadas, el 276,2%. Sin embargo, la inflación mensual cayó al 13,2 % en febrero, frente al aumento del 20,6 % registrado en enero, un descenso más fuerte de lo esperado por la mayoría de los economistas. El Banco Central dijo que veía indicios de que la inflación seguiría desacelerándose en los próximos meses a pesar del recorte de tasas. La economía argentina ha entrado en una grave recesión, y el FMI prevé una contracción del 2,8% este año. La base monetaria argentina -los pesos en circulación- se ha contraído un 17% al mes en términos reales desde que el gobierno de Milei asumió el poder en diciembre, en parte gracias a que detuvo la impresión de dinero para financiar el gasto, dijo el banco central. Mientras tanto, la brecha entre el tipo de cambio oficial de Argentinay el blue se ha mantenido relativamente estable en las últimas semanas, en torno al 20%. Los economistas afirman que la brecha debe seguir siendo estrecha para que el Gobierno elimine los controles de divisas. Más del 70% de los títulos elegibles para el canje de deuda del martes estaban en manos de entidades del sector público, entre ellas el BCRA y la Anses, casi todas las cuales aceptaron el canje. Los tenedores del sector privado canjearon el 17% de sus títulos. Ramiro Blazquez Giomi, jefe de investigación y estrategia del banco de inversión BancTrust, con sede en Buenos Aires, dijo que la participación del sector privado fue "relativamente buena", dado que el Gobierno se había negado a ofrecer compromisos de recompra de bonos si caían por debajo de un precio determinado, que se utilizan habitualmente en las subastas de bonos argentinos. Las acciones de esta semana mostraron que el Gobierno "estaba acelerando sus esfuerzos para eliminar el exceso de liquidez" en la economía, "que es la demanda que existirá para el dólar cuando eliminen los controles de divisas", dijo. "Pero el Gobierno aún debe aumentar sus reservas de divisas [peligrosamente bajas] o conseguir un préstamo del FMI, para calmar las expectativas del mercado de una caída repentina del peso frente aldólar", añadió. "Esa es una condición previa para levantar los controles".