

Pilar Alegría ha cerrado una etapa clave en su carrera política con una despedida cargada de emoción. Con la frase “Cuando Aragón llama, no pierdo ni un minuto”, la todavía ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo ha anunciado su salida del Gobierno para presentarse como candidata del PSOE a la Presidencia de Aragón.
En su última comparecencia tras el Consejo de Ministros, Alegría no disimuló la mezcla de orgullo, gratitud y nerviosismo. Agradeció el trato recibido por los periodistas durante estos años, definió con humor su papel de portavoz como una “pequeña y querida tortura” y confesó que ejercer como voz del Gobierno ha sido “un auténtico privilegio”.

“Me voy con el corazón lleno”
La ministra se marcha en uno de los momentos más complejos para el PSOE, pero con la convicción de que regresa a sus raíces. “Vuelvo a mi casa, a mi tierra, a mi hogar”, dijo visiblemente emocionada. Nacida en La Zaida, Zaragoza, Alegría ha reiterado que su compromiso con Aragón es profundo y personal.
No ocultó que el desafío será duro. El objetivo es batir en las urnas al actual presidente autonómico, Jorge Azcón, uno de los líderes más visibles del Partido Popular. “Tendré que esforzarme mucho”, reconoció, aunque aseguró que lo asume “con energía y ganas”.
Una trayectoria marcada por la confianza de Sánchez
Alegría entró en el Gobierno en julio de 2021 con la cartera de Educación, encargada de aplicar la nueva ley educativa. Posteriormente, asumió también las competencias de Deportes y se convirtió en portavoz del PSOE. Durante estos años ha gozado de la máxima confianza de Pedro Sánchez, tanto en la gestión ministerial como en la estructura del partido.
Desde su llegada a Moncloa ha tenido que dar la cara en momentos críticos: la falta de mayoría parlamentaria, negociaciones tensas con socios de investidura y escándalos como el “caso Koldo” que salpicó al exministro Ábalos. A pesar de todo, siempre defendió la necesidad del diálogo como seña de identidad del Ejecutivo. “La gente nos pide que sigamos trabajando”, afirmó en su despedida.

Todavía se desconoce la fecha exacta de su salida del cargo ni quién la sustituirá, aunque Alegría adelantó que será una mujer quien tome el relevo como portavoz del Gobierno. A ella le dejó un mensaje claro: actuar con “honestidad y rigor, sabiendo para quién estamos aquí”.
Convencida de que la política debe servir para “mejorar la vida de la gente, especialmente de la gente sencilla”, Alegría asume su nuevo reto en Aragón con el respaldo de una sólida trayectoria política, pero también con el peso de unas elecciones que marcarán el futuro del PSOE en una comunidad clave.














