Frente a la nueva crisis del PSOE madrileño, Sánchez cierra filas para que nada le robe protagonismo al Congreso Federal de Sevilla
Un millar de delegados se darán cita desde mañana en Sevilla para participar en el 41 Congreso Federal del PSOE.
Un millar de delegados se darán cita desde mañana en Sevilla para participar en el 41 Congreso Federal del PSOE, un cónclave al que Pedro Sánchez acude sin rival y con el reto de insuflar nuevos ánimos al partido tras la dimisión de Juan Lobato en Madrid y las causas judiciales que salpican a su entorno.
La enésima crisis del PSOE madrileño ha sacudido los preparativos de una reunión en la que no se esperaban sobresaltos y la justicia ha añadido zozobra a la familia socialista al imputar un juzgado de Badajoz este mismo miércoles al hermano del presidente del Gobierno, en un presunto caso de tráfico de influencias, malversación y prevaricación.
Pocas horas antes del inicio de los debates en la capital andaluza, Lobato está además citado a declarar ante el Supremo como testigo en la causa que instruye contra el fiscal general del Estado por revelación de secretos en torno al presunto fraude fiscal del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Los socialistas cierran filas y denuncian una estrategia política de desgaste liderada por la ultraderecha en los tribunales a partir de informaciones falsas. Será la justicia la que, confían, demostrará que las acusaciones contra David Sánchez no tienen recorrido, como las que afectan a la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, o las que intentan implicar a nuevos cargos del PSOE y del Gobierno en el caso Koldo.
Conscientes de que los tiempos de la justicia son largos, el PSOE se conjura para resistir los embates de un PP envalentonado con la nueva munición y confía en que Sevilla, bajo el lema "España adelanta por la izquierda", consolide el liderazgo de Sánchez y su proyecto político.
Reivindicar y blindar el legado socialista
La ponencia marco que los delegados debatirán y aprobarán en el Congreso de Sevilla ha quedado en un segundo plano, pese al calado político que se quiere dar a la hoja de ruta de los socialistas para los próximos años.
En el documento, al que se han presentado más de 6000 enmiendas, el PSOE reivindica que los grandes avances sociales, económicos, medioambientales y feministas vividos en España en democracia han sucedido siempre bajo su liderazgo político y plantea blindarlos ante el empuje de la derecha y la ultraderecha.
La ponencia refuerza el compromiso del partido con temas claves para su electorado, como la vivienda, la igualdad, el cambio climático, la lucha contra desinformación o la paz; y, entre sus novedades, defiende el voto a los 16 años, aboga por avanzar hacia una jornada laboral de 36 horas semanales y plantea derogar los acuerdos educativos y culturales con la Santa Sede firmados en 1979.
Uno de los aspectos que generará más debate será previsiblemente la financiación autonómica, asunto clave en comunidades como Castilla-La Mancha. La ponencia plantea ahondar en un proceso de federalización del Estado y lograr un sistema de financiación "más justo y sostenible" que aumente los recursos disponibles de todas las autonomías y evite la competencia fiscal a la baja entre ellas.
Y hablar de financiación, tras prometer a ERC un régimen "singular" para Cataluña, implica analizar los acuerdos con los socios y la estabilidad de una legislatura que ve que se acaba el año sin nuevos presupuestos.
La nueva Ejecutiva de Sánchez
Sin candidatos alternativos, Sánchez certificará en Sevilla su liderazgo una década después de haber llegado a la secretaria general del PSOE.
En sus manos está el diseño de la nueva Comisión Ejecutiva Federal y entre los delegados y militantes socialistas se suceden las quinielas con los nombres que le acompañarán de cerca hasta la próxima cita electoral. Y de los que pueden desaparecer de su lado.
La principal duda es si la previsible renovación de cargos alcanzará o no al núcleo duro de Sánchez, especialmente al secretario de Organización, Santos Cerdán, a quien la oposición ha puesto en la diana tras ser señalado como receptor de presuntas comisiones en la trama Koldo.
Madrid descabezada y otros liderazgos en cuestión
La delegación madrileña viajará a Sevilla descabezada, con el partido dirigido por una gestora tras la dimisión de Juan Lobato y a la espera de conocer quién opta a la secretaría general, con todas las miradas puestas en el ministro Óscar López.
El secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, fue de las pocas voces que este miércoles elogió en público a Lobato tras su abandono. Reciente es su enfrentamiento con la dirección nacional del PSOE, cuando se vio obligado a suspender el proceso de primarias que quería organizar antes del Congreso de Sevilla.
La mayoría de los congresos regionales tendrán lugar entre enero y febrero y el debate interno no se limita a Madrid o Castilla y León.
En Andalucía ha comenzado a tomar cuerpo un sector crítico con el liderazgo de Juan Espadas; en Aragón los socialistas zaragozanos y turolenses apoyan en su gran mayoría las tesis de Javier Lambán, beligerante con muchas de las decisiones del presidente del Gobierno, mientras que los oscenses se alinean con Ferraz; y en Extremadura fue imputado este miércoles, junto al hermano de Pedro Sánchez, el secretario general del partido, Miguel Ángel Gallardo.
Fuente: EFE