

ING ha tomado la decisión de cerrar las cuentas de aquellos clientes que no cumplan ciertos requisitos de vinculación, siguiendo la tendencia en el sector bancario español de priorizar la rentabilidad a través de la fidelización.
Con este cambio, el banco espera reducir el impacto de las bajas tasas de interés en Europa, que han obligado a muchas entidades a cobrar comisiones para mantener la viabilidad de sus servicios gratuitos.
Para conservar la exención de comisiones, los clientes de ING deben cumplir con al menos una de las condiciones de vinculación: domiciliar unanómina, pensión o prestación de desempleo, o realizar una transferencia mensual de 700 euros desde otra entidad.
En caso de no cumplir con estas condiciones, los usuarios pueden optar por una Cuenta NoCuenta, la cual es gratuita y no impone requisitos de ingresos, aunque carece de beneficios adicionales que ofrece la Cuenta Nómina.

Una política común en los bancos españoles
Esta medida de ING refleja una política más generalizada en el sector bancario español. Santander, por ejemplo, ha introducido su cuenta Santander One, que exige no solo domiciliar ingresos recurrentes, sino también contratar productos adicionales de la entidad para eximirse de comisiones.
Por su parte, CaixaBank cobra hasta 60 euros trimestrales a clientes no vinculados. Así, ING sigue el ejemplo de estas entidades, con un enfoque en clientes que mantienen un vínculo activo y permanente con el banco.
Alternativas para clientes afectados
ING ofrece alternativas para quienes no desean cumplir estos requisitos. Los usuarios pueden optar por mantener una Cuenta NoCuenta, que no exige condiciones de vinculación y permite realizar transacciones básicas sin comisiones.
Sin embargo, esta opción elimina algunos beneficios, como la remuneración por saldo o el acceso a productos especiales. Además, los clientes de la Cuenta Naranja que no cumplan los requisitos verán eliminada la remuneración de su cuenta y deberán abonar una tarifa de 10 euros al mes si mantienen más de 30.000 euros sin domiciliar ingresos en ING.

Cambios impulsados por el entorno financiero
El giro de ING responde también a la presión de las tasas de interés bajas y negativas en Europa, que afectan el coste de mantener grandes saldos inactivos sin ingresos vinculados.
La estrategia de ING, que tradicionalmente operaba sin comisiones, evoluciona para adaptarse a esta realidad financiera, buscando fidelizar a clientes que utilizan el banco como su principal institución financiera y evitar los costes derivados del mantenimiento de cuentas de bajo uso.
Este cambio estructural en ING resalta una transformación importante en el panorama bancario español, en el que las cuentas sin comisiones son cada vez menos comunes para aquellos que no pueden o no desean cumplir con condiciones de vinculación.














