

La inflación sigue causando estragos en la economía española. De acuerdo a los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios al consumo (IPC) alcanzó una tasa general del 5,9% y una máxima del 7,5% para la inflación subyacente.
Como resultado, el precio de los alimentos se ha encarecido un 15,4% este último año, lo que impacta sobre las economías domésticas por la consecuente pérdida de poder adquisitivo. En este sentido, un informe elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha demostrado que llenar la cesta de la compra supone pagar 860 euros más que el año pasado.

La subida del IPC también afecta al cálculo de la pensión alimenticia, pues, el artículo 142 del Código Civil hace referencia a la pensión por alimentos, entendida como "todo lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica".
Los alimentos comprenderán también "la educación e instrucción del alimentista mientras sea menor de edad y aun después cuando no haya terminado su formación por causa que no le sea imputable".
La pensión es fijada en el convenio o sentencia
La pensión de alimentos es una de las obligaciones de los progenitores respecto a los hijos menores, incapacitados o que sean económicamente dependientes.
Normalmente, es el progenitor que no guarda la custodia quién se encarga de pagar esta pensión, que incluye la alimentación, la vestimenta o los gastos educativos, entre otros conceptos.

Como explican los expertos en Derecho Familiar y Penal de Saverio Abogados, las pensiones de alimentos son fijadas a través del convenio regulador o mediante sentencia, considerando "la capacidad financiera de cada uno de los progenitores, respetando el principio de proporcionalidad entre ambos, y admitiendo actualizaciones". En este contexto, el método para la actualización "dependerá de lo indicado en la resolución judicial precedente", aunque "lo que no varía es la cantidad de meses que se considera, que siempre debe ser de 12 meses".
Un factor a tener en cuenta es que si el valor del IPC es positivo, entonces se actualiza el pago de la pensión alimenticia; mientras que sí es negativo, no se debe actualizar a la baja.












