Adiós a la pensión por incapacidad permanente: el Gobierno se las quitará a quienes no cumplen estos requisitos
La Seguridad Social endurece las condiciones para mantener las prestaciones por incapacidad permanente.
La pensión por incapacidad permanente es una ayuda esencial para todos los trabajadores españoles que no pueden trabajar debido a una enfermedad o lesión. Pero, a pesar de ser una ayuda vital, esta puede ser revisada e incluso retiradas si no se cumplen ciertos requisitos establecidos
Existen casos en los que la Seguridad Social ha exigido la devolución de la pensión a beneficiarios que no cumplían con las normativas. Conocer cuáles son las condiciones y obligaciones de cada caso puede ser vital para evitar este problema.
Cuáles son las causas de suspensión de la pensión por incapacidad permanente
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) establece varias situaciones en las que una pensión por incapacidad permanente puede ser suspendida:
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Mejoría del estado de salud: Si tras una revisión médica se determina que la condición del beneficiario ha mejorado hasta el punto de permitirle reincorporarse al trabajo, la pensión puede ser retirada.
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Realización de actividades laborales incompatibles: Iniciar una actividad laboral que sea incompatible con el grado de incapacidad reconocido sin la correspondiente comunicación al INSS puede conllevar la suspensión de la prestación.
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Fraude o incumplimiento de obligaciones: Actuar fraudulentamente para obtener o conservar la pensión, o rechazar sin causa justificada tratamientos médicos o procesos de rehabilitación, son motivos para la retirada de la prestación.
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Cuáles son los requisitos para mantener la pensión por incapacidad permanente
Para conservar la pensión por incapacidad permanente, los beneficiarios deben cumplir con ciertas condiciones que garantizan la validez de su situación ante la Seguridad Social.
Uno de los aspectos más importantes es la obligación de informar cualquier cambio en su estado de salud o situación laboral. Si una persona vuelve a trabajar o sufre una mejoría en su condición que le permita reincorporarse al empleo, está en la obligación de notificarlo al INSS.
Las revisiones médicas periódicas juegan un papel fundamental. La Seguridad Social puede exigir evaluaciones para verificar si la incapacidad persiste o si existen motivos para modificar el grado reconocido. En este sentido, negarse a someterse a estos controles podría derivar en la suspensión de la pensión.
También es imprescindible que el beneficiario acepte y cumpla con los tratamientos médicos o procesos de rehabilitación prescritos. Si se demuestra que la persona ha rechazado injustificadamente una terapia que podría mejorar su estado, se puede considerar motivo suficiente para la retirada del beneficio.
Cuál es el procedimiento en caso de retirada de la pensión
Si un beneficiario considera que la retirada de su pensión es injusta, dispone de varias vías para reclamar:
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Reclamación previa: Impugnar la decisión del INSS por vía administrativa, aportando las pruebas necesarias que acrediten la persistencia de la incapacidad.
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Demanda judicial: Si la reclamación previa es desestimada, se puede interponer una demanda ante el Juzgado de lo Social correspondiente.
Es crucial actuar con diligencia y dentro de los plazos establecidos para cada procedimiento, asegurando así la defensa de los derechos del trabajador afectado.
Mantener la pensión por incapacidad permanente requiere el cumplimiento estricto de las obligaciones establecidas por la Seguridad Social. La transparencia y la comunicación constante con el INSS son fundamentales para evitar la suspensión de esta prestación vital.