¿Nuevo FIN de SEMANA LARGO? Todo lo que se sabe sobre el FERIADO del 2 de noviembre
Luego del Día de Todos los Santos, uno de los festivos de carácter nacional, se celebra el Día de los Fieles Difuntos. Pero ¿se trata de un día no laborable?
El calendario de festivos en España es diferente de región en región. Si bien están los nacionales, las comunidades autónomas también incluyen cuatro días (dos regionales y dos locales), los cuales se replican sólo dentro de su territorio.
Uno de los próximos festivos de carácter nacional es el 1 de noviembre, cuando se celebra el Día de Todos los Santos. Este año, la celebración cae el día jueves, por lo cual muchas personas no gozarán de la posibilidad de tener un nuevo fin de semana largo.
Sin embargo, el 2 de noviembre también es un día que tiene orígenes en la Iglesia. Se trata de la celebración del Día de los Fieles Difuntos.
¿Es feriado el 2 de noviembre?
Muchas personas se están volcando a Google para buscar si el Día de los Fieles Difuntos es festivo. De serlo, esto significaría que noviembre iniciaría con un fin de semana largo.
Sin embargo, a pesar de estar contiguo al Día de Todos los Santos, el 2 de noviembre no está contemplado en el calendario de festivos de España.
Eso significa que, a menos que se tomen el día en el trabajo, las personas no podrán gozar de un descanso como sucederá en diciembre.
¿Cuál es el origen del Día de los Fieles Difuntos?
El Día de los Fieles Difunto se celebra el 2 de noviembre, inmediatamente después del Día de Todos los Santos. La intención de este día es recordar y orar por las almas de aquellos que han fallecido.
La práctica de conmemorar a los muertos tiene raíces antiguas que se pueden rastrear antes del cristianismo, pero en el contexto de la religión católica, la observancia del Día de los Fieles Difuntos fue establecida formalmente en el siglo XI.
Fue Odilón, el abad de Cluny en Francia, quien propuso que los miembros de su orden monástica rezaran por las almas de los muertos. Esta práctica se extendió rápidamente por Europa y fue adoptada por la Iglesia Católica como un día de oración para aquellos que habían partido.
El día se conmemora con misas y visitas a los cementerios, donde las familias limpian y adornan las tumbas de sus seres queridos con flores y velas.
La celebración varía considerablemente de una cultura a otra. En algunos lugares es una ocasión sombría y contemplativa, mientras que en otros es un evento festivo y alegre que celebra la vida y honra la muerte como una parte natural de la experiencia humana.