Estas son las profesiones y empleos con los que te puedes jubilar a los 55 años y cobrar el 100% de la pensión
Estas son las profesiones y oficios que la Seguridad Social contempla para acceder a la jubilación anticipada.
En España, la edad mínima de jubilación es de 66 años y ocho meses para acceder al 100% de la pensión. Sin embargo, existen casos en los que la Seguridad Social permite retirarse antes. Entre ellos, destacan las profesiones que, por su naturaleza, implican condiciones especialmente penosas, peligrosas o insalubres.
Además, algunas situaciones excepcionales permiten adelantar la jubilación, como la incapacidad permanente con un grado de discapacidad reconocido o el cese involuntario en una edad cercana a la de retiro. Estas medidas buscan proteger a los trabajadores expuestos a riesgos o con dificultades para continuar con su actividad laboral.
En este contexto, ciertas ocupaciones tienen regulaciones específicas que permiten acceder a la jubilación anticipada sin ser mayor de 65 años. De esta forma, a los 55 años y sin penalización en la cuantía de la pensión, se puede gozar de la jubilación.
Las 8 profesiones que permiten una jubilación anticipada en España
La Seguridad Social reconoce que algunas profesiones presentan condiciones laborales especialmente exigentes, lo que justifica la posibilidad de retirarse antes de la edad general. Estas actividades incluyen trabajos con exposición a riesgos físicos extremos, altos niveles de toxicidad o desgaste físico acelerado.
Ocupaciones que dan acceso a la jubilación anticipada a los 55 años
- Trabajadores comprendidos dentro del Estatuto Minero.
- Personal en trabajos aéreos.
- Trabajadores ferroviarios.
- Profesionales del mundo taurino (deben contar con 200 eventos).
- Bomberos de administración pública.
- Miembros del cuerpo de la Ertzaintza.
- Miembros del cuerpo policial local.
- Artistas como cantantes, bailarines y trapecistas (pueden retirarse antes de los 60 si aceptan una reducción de la pensión).
En el caso de los matadores, rejoneadores y novilleros, el requisito es haber participado en al menos 150 eventos taurinos para acceder a esta jubilación anticipada. Estas profesiones están reguladas debido al alto nivel de desgaste físico y la imposibilidad de continuar desempeñándolas hasta edades avanzadas.
¿Quiénes pueden jubilarse a los 55 años por incapacidad?
Las personas con una incapacidad permanente pueden acceder a la jubilación anticipada si cumplen ciertos requisitos específicos. En primer lugar, deben contar con un grado de discapacidad igual o superior al 65% y estar percibiendo una prestación por invalidez. Este beneficio se aplica cuando la condición de salud impide el desarrollo normal de cualquier actividad laboral.
Asimismo, existen casos en los que la jubilación anticipada puede solicitarse a los 56 años para personas con una discapacidad igual o superior al 45%. Este grupo debe acreditar que su patología ha estado presente durante al menos 15 años de su vida laboral, lo que garantiza que la incapacidad ha impactado significativamente su trayectoria profesional.
Para acceder a esta modalidad, es fundamental presentar la documentación médica correspondiente y cumplir con los trámites establecidos por la Seguridad Social. En algunos casos, se requiere la evaluación de un tribunal médico que determine la viabilidad del retiro anticipado.
¿Cómo afecta la jubilación anticipada a la pensión?
A diferencia de otras modalidades de jubilación anticipada, las profesiones que cuentan con este beneficio no sufren una reducción en la cuantía de la pensión. Esto se debe a que el retiro anticipado está justificado por la peligrosidad, toxicidad o el desgaste físico del oficio, lo que impide su continuidad en edades avanzadas.
Por otro lado, quienes se jubilan antes de los 60 años en profesiones como la de artista pueden ver reducida su pensión, ya que el cálculo se basa en los años cotizados. En estos casos, es recomendable planificar la jubilación con anticipación para evitar una disminución significativa de los ingresos.
Además, los trabajadores que acceden a la jubilación por incapacidad mantienen su derecho a una pensión completa, siempre que cumplan con los requisitos establecidos por la Seguridad Social. Sin embargo, la cuantía puede variar en función del grado de discapacidad y de las cotizaciones acumuladas a lo largo de la vida laboral.