Hábitos saludables

El hábito diario que debes incluir en tu rutina para cuidar el corazón y reforzar la memoria, según un científico español

Incorporar esta actividad sencilla puede transformar la salud cardiovascular y cognitiva.

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En la búsqueda constante de mejorar la salud, a menudo pasamos por alto soluciones simples y accesibles. El sedentarismo, enemigo silencioso de nuestro bienestar, incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y deterioro cognitivo. Sin embargo, adoptar hábitos activos puede marcar una diferencia significativa en nuestra calidad de vida.

El neurocientífico español José Luis Trejo, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), destaca un hábito cotidiano que puede revolucionar nuestra salud: caminar diariamente.

Entrevistado para la plataforma WeLife, Trejo indicó que un paseo de 20 minutos al día no solo activa el sistema cardiovascular, sino que también favorece la creación de nuevas neuronas, mejorando funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje.

Caminar tiene muchos beneficios para el corazón y la memoria (Fuente: Shutterstock)

Beneficios de caminar para el corazón y la memoria

Caminar es una actividad física moderada que incrementa la frecuencia cardíaca, fortaleciendo el corazón y mejorando la circulación sanguínea. Este aumento en el flujo sanguíneo también alcanza al cerebro, facilitando la oxigenación y nutrición de las neuronas.

Trejo señala que esta práctica diaria puede incrementar la neurogénesis en el hipocampo, área clave para la memoria y el aprendizaje. 

Además, estudios recientes indican que caminar regularmente puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 31%, mejorar los niveles de azúcar en sangre y disminuir el estrés, contribuyendo a una mejor calidad del sueño.

Cuánto y cómo caminar para obtener beneficios óptimos

Aunque Trejo sugiere que 20 minutos diarios son un buen punto de partida, la duración y la intensidad de la caminata deben adaptarse a las capacidades individuales.

Lo esencial es mantener una regularidad en la práctica y ajustar la intensidad para evitar sobrepasar la "curva hormética", concepto que indica que, superada cierta frecuencia cardíaca, los beneficios del ejercicio comienzan a disminuir. 

Para quienes buscan maximizar los beneficios, se recomienda caminar a un ritmo que aumente la frecuencia cardíaca sin llegar al agotamiento, permitiendo una conversación ligera durante la actividad. Además, realizar la caminata en entornos naturales y, si es posible, en compañía, potencia los efectos positivos, ya que el componente social y el contacto con la naturaleza contribuyen al bienestar emocional y mental.

Un buen punto de partida para incorporar este hábito es caminar por 20 minutos al día (Fuente: Unsplash)

Incorporar la caminata en la rutina diaria

Integrar este hábito en la vida cotidiana no requiere cambios drásticos. Pequeñas acciones como optar por caminar en lugar de usar el transporte para distancias cortas, utilizar las escaleras en lugar del ascensor o establecer momentos específicos del día para salir a caminar pueden ser suficientes para comenzar.

La clave está en la constancia y en reconocer que, aunque los resultados no sean inmediatos, la acumulación de estos pequeños esfuerzos diarios conduce a mejoras significativas en la salud cardiovascular y cognitiva.

Dedicar tiempo a caminar cada día es una inversión sencilla y eficaz para cuidar el corazón y fortalecer la memoria. Como afirma el doctor Trejo, "es evidente que viendo escaparates no estás aumentando esa frecuencia, pero también lo es que no es igual la velocidad a la que tiene que andar una persona mayor para incrementar su frecuencia cardiaca que a la que debe caminar un joven en plena forma"

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