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Descubrimiento arqueológico: encuentran en Egipto una ciudad perdida hace más de 3000 años que está llena de tesoros incalculables

Un hallazgo sin precedentes que arroja luz sobre la riqueza y sofisticación del antiguo Egipto.

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Egipto, tierra de faraones y misterios ancestrales, continúa sorprendiendo al mundo con descubrimientos que enriquecen nuestra comprensión de su pasado. Cada hallazgo nos acerca más a desentrañar los secretos de una civilización que sigue cautivando la imaginación colectiva.

Recientemente, un equipo de arqueólogos ha desenterrado una ciudad perdida en el desierto oriental de Egipto, una metrópoli que data de hace más de 3000 años y que alberga tesoros incalculables.

Este descubrimiento no solo destaca por la cantidad de objetos de valor encontrados, sino también por la información que proporciona sobre la vida económica y social de la época.

Una de las estatuillas encontradas en la "Ciudad Dorada" en la región egipcia de Jabal Sukari
(Fuente: Facebook / Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto)

La Ciudad Dorada: epicentro de la minería antigua

La denominada "Ciudad Dorada" se encuentra en la región de Jabal Sukari, cerca de Marsa Alam. Este asentamiento fue un importante centro minero durante el Imperio Nuevo, especialmente bajo el reinado de Amenhotep III.

 Las excavaciones han revelado un complejo de procesamiento de oro de 3000 años de antigüedad, que incluye estaciones de molienda, trituración, cuencas de filtración y sedimentación, así como antiguos hornos de arcilla.

Además de las instalaciones industriales, se han descubierto zonas residenciales que ofrecen una visión detallada de la vida cotidiana de los mineros. Estas áreas incluyen viviendas, talleres, lugares de culto, edificios administrativos y baños del periodo ptolemaico, con vestigios también romanos e islámicos

Entre los hallazgos destacan figuras de dioses egipcios y griegos, perfumes, medicinas, objetos religiosos y 628 vasijas de cerámica con inscripciones jeroglíficas y textos griegos.

Tesoros que desafían el tiempo

Uno de los descubrimientos más impresionantes en esta ciudad es un conjunto de joyas y amuletos de oro de la dinastía XXVI (664-332 a.C.). Estos objetos, que incluyen anillos, amuletos en miniatura de dioses en forma de animal, un broche y una colección de cuentas de oro, estaban enterrados en un pequeño jarrón de cerámica, posiblemente ocultos durante un período de agitación política.

La calidad de la artesanía y el excelente estado de conservación de estas piezas ofrecen una valiosa perspectiva sobre las actividades económicas y la vida religiosa en Karnak durante el Período Tardío.

Además, se ha descubierto la tumba del faraón Tutmosis II, el primer hallazgo de una tumba real en más de un siglo desde que se descubrió la tumba de Tutankamón en 1922. Tutmosis II fue el cuarto monarca de la Dinastía XVIII durante el Imperio Nuevo, y su reinado se extendió de 1492 a 1479 a.C. Este descubrimiento arroja nueva luz sobre la historia de Egipto y la importancia de este faraón en la línea sucesoria.

Estos descubrimientos permiten conocer más de la historia de la civilización egipcia
(Fuente: Facebook / Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto)

Un legado que perdura

Estos descubrimientos no solo enriquecen nuestro conocimiento sobre la antigua civilización egipcia, sino que también destacan la importancia de la arqueología en la preservación del patrimonio cultural.

Cada artefacto desenterrado, cada inscripción descifrada, nos acerca más a comprender la complejidad y riqueza de una sociedad que, siglos después, sigue siendo objeto de admiración y estudio.

La "Ciudad Dorada" y sus tesoros incalculables son un testimonio del ingenio y la habilidad de los antiguos egipcios en la minería y la metalurgia. Además, reflejan la profunda conexión entre la economía, la religión y la vida cotidiana en una de las civilizaciones más influyentes de la historia humana.

Este hallazgo monumental nos invita a seguir explorando y valorando las raíces de nuestra historia compartida, recordándonos que, aunque el tiempo pase, el legado de las civilizaciones antiguas perdura en cada descubrimiento que sale a la luz.

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