Combinación saludable: las hojas de esta planta son las mejores aliadas de los sistemas digestivo, respiratorio y circulatorio
Esta planta es mucho más que un simple ingrediente culinario. Gracias a sus propiedades digestivas, respiratorias y circulatorias, sus hojas se han ganado un lugar destacado en la medicina popular y en la cocina.
El laurel es un ingrediente que se encuentra en muchas cocinas, especialmente en la preparación de guisos y de legumbres como las lentejas. Su aroma y sabor único son inconfundibles, pero lo que muchos desconocen es que esta planta perenne no solo es útil para mejorar el sabor de las comidas, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios para la salud.
Aunque tradicionalmente se asocia a recetas de abuelas, el laurel es un aliado para el bienestar general, especialmente en lo que respecta a los sistemas digestivo, respiratorio y circulatorio.
Las hojas de laurel, ya sean frescas o secas, son una fuente de nutrientes esenciales como calcio, magnesio, potasio, hierro y vitaminas A y B. Además, contienen aceites esenciales como el cineol y el eugenol, que son los responsables de sus propiedades beneficiosas.
Los beneficios del laurel para el sistema digestivo
Las hojas de laurel son ampliamente conocidas por sus propiedades digestivas. Gracias a su contenido de componentes carminativos, como el cineol, reducen los gases intestinales y ayudan a aliviar la hinchazón que puede causar el consumo de comidas pesadas.
Su acción favorece la liberación de enzimas digestivas, lo que facilita los movimientos intestinales y mejora la digestión. Además, el laurel puede ser útil para prevenir acidez estomacal, espasmos intestinales y otros trastornos digestivos comunes.
El laurel, un aliado para el sistema respiratorio
El laurel también juega un papel importante en la salud respiratoria. Las hojas de laurel tienen propiedades bactericidas y ayudan a favorecer la expulsión de mucosidades de las vías respiratorias, lo que las convierte en un remedio natural para afecciones como bronquitis, faringitis o resfriados.
En este sentido, el laurel se utiliza en infusiones o vaporizaciones para aliviar los síntomas de congestión y problemas respiratorios.
Cómo el laurel apoya al sistema circulatorio
El laurel también es beneficioso para el sistema circulatorio, ya que contiene ácidos grasos insaturados, como el oleico y el linoleico. Estos compuestos tienen propiedades que contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ayudando a regular el colesterol y mejorando la circulación sanguínea.
Incluir laurel en la dieta puede, por tanto, tener efectos protectores sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
Otros beneficios del laurel
Además de sus beneficios para la digestión, la respiración y la circulación, las hojas de laurel también tienen un efecto diurético suave, lo que favorece la eliminación de toxinas a través de la orina.
Este efecto es útil para mantener la salud del sistema excretor y prevenir la retención de líquidos. También se ha demostrado que el laurel tiene efectos reguladores sobre el ciclo menstrual, lo que puede ayudar a aliviar dolores y regular la menstruación en algunas mujeres.
Cómo mejorar la absorción de hierro
Si bien el laurel tiene muchos beneficios por sí solo, combinarlo con otros alimentos ricos en vitamina C, como pimientos, tomates, fresas, kiwi o cítricos, puede potenciar aún más sus efectos.
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La vitamina C mejora la absorción del hierro contenido en el laurel y otras fuentes vegetales. Por ejemplo, si acompañas un plato de lentejas con un chorrito de limón o vinagre, o añades pimientos o tomates a tu guiso, facilitarás la absorción de este mineral esencial para la salud. Sin embargo, es importante evitar el consumo de lácteos inmediatamente después, ya que pueden interferir con la absorción del hierro.