

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un nuevo informe en el que explica el cambio que se deberá hacer en las etiquetas de los vinos que se comercializan en supermercados y tiendas del país desde ahora.
Hasta el momento, los productores no tenían la obligación de presentar en el etiquetado la lista de los ingredientes ni la información nutricional de la bebida, algo que cambiará a partir de la nueva normativa.

La nueva normativa que afectará a la industria del vino
Desde su portal web, la OCU explicó que el Reglamento 1169/2011 que regula los alimentos que se venden en la Unión Europea (UE) cuenten en su etiqueta con la fecha de consumo, información nutricional, el valor energético, el contenido neto e indicación de sustancias alérgicas.
Sin embargo, las bebidas con más de 1,2% de alcohol quedaban excluidas. Ahora, mediante la normativa aprobada el 8 de diciembre que señala un periodo de transición de dos años, la UE obligar a que "los vinos y vinos aromatizados" indiquen estos datos en el envase.
La crítica de la OCU
La OCU cuestionó la medida porque la misma "abre la posibilidad a que esta información, en lugar de ponerse de forma explícita en la etiqueta del vino, quede accesible a través de un código QR".
En dicho caso, "la única obligación para el fabricante es indicar en la etiqueta las calorías por 100 mililitros, y la lista de alérgenos (que ya era obligatoria con anterioridad)", subrayó la organización.

Por otro lado, la OCU subrayó que celebra la medida, pero que el uso de códigos QR para acceder a la información excluye a las personas que no tienen acceso a dispositivos móviles o conexión a internet dentro de los puntos de venta.
Además, según la OCU, esta normativa es "una peligrosa vía donde se pierde la transparencia que debiera ser la prioridad a la hora de informar a los consumidores".














