@wadodecorrido. Así se llama la cuenta en Twitter del ministro del Interior, Wado de Pedro, una ironía sobre sí mismo que alude a las dificultades que el funcionario y referente de La Cámpora tiene para hablar, no precisamente de corrido, algo conocido en el ambiente político pero que ayer, dada su alta exposición al dar los resultados de las elecciones, volvió a ponerse en evidencia masivamente.

"Anoche leí en las redes muchas consultas sobre mi manera de hablar. Les comento que tengo disfluencia (o tartamudez) y todos los días trabajo para mejorar y superarme. Les comparto para los que les interese la página de la Asociación", escribió hoy el funcionario y aprovechó para difundir la web de la Asociación Argentina de la Tartamudez (AAT).

De Pedro se ha referido en distintas oportunidades a sus dificultades hablar, que son la consecuencia de un trauma vivido en la niñez, durante la dictadura militar.

Wado es hijo de Enrique De Pedro, estudiante de Derecho y militante de Montoneros, asesinado por la dictadura en abril de 1977.

Su madre, Lucila Révora, fue secuestrada en octubre de 1978: ese día, Lucila escondió a su hijo en la bañera de la casa, se le tiró encima (los balazos del grupo de tareas le pegaron a ella), y así Wado salvó su vida. Sus padres siguen desaparecidos.

Según AAT, la tartamudez es una "alteración en la fluidez del habla, se caracteriza por repeticiones de silabas, sonidos o bloqueos, lo más común es que se presente cuando los niños empiezan a desarrollar su lenguaje, entre los 2 y 5 años. Esto no quiere decir que no pueda aparecer en una edad más avanzada. La causa es multifactorial, desde la genética que juega un rol muy importante, hasta la dinámica familiar en cuanto a demandas, nivel de exigencia, etc. Se presenta mayormente en varones que en mujeres (de 5 personas 4 son varones)".