Un grupo de bonistas reestructurados de deuda argentina están trabajando para remover la cláusula llamada RUFO, que impide que el emisor ofrezca mejores términos a los acreedores que no participaron en sus canjes de deuda, uno de los obstáculos para que el país llegue a un acuerdo con fondos que la demandaron.


Christopher Clark, un socio del bufete Latham & Watkins, que asesora a bonistas con más de 5.200 millones de euros en deuda argentina, dijo que están trabajando en una solicitación de consentimiento por la cláusula.

"Estamos avanzando y trabajando con Deutsche Bank para progresar lo más rápido que sea posible en solicitación", dijo Clark a IFR, un servicio de información financiera de Thomson Reuters.