

En esta noticia
El equipo económico presentó el Presupuesto 2023 en la Cámara de Diputados y el dato de 60% de inflación para el año que viene, con estimaciones para el IPC que roza el 100% para este 2022, no deja de ser el centro de las dudas.
Cómo piensa llegar Sergio Massa a una baja de 40 puntos, cuando los economistas prevén en el REM un 85% para 2023 y hay informes de bancos internacionales que incluso plantean una aceleración al 105%. La pregunta está en boca de todos y el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein salió a responder luego del reclamo de Cristina Kirchner, que le apuntó al déficit de Economía en dar respuesta a la inflación.
"El exceso de demanda agregada que provoca el déficit fiscal seguirá impulsando una alta inflación. Actuando sobre la inercia, y sobre márgenes (bajando brecha cambiaria, acuerdos y otras acciones), podremos bajar el IPC del 90% al 60%. Sólo un primer paso", diagnosticó en la presentación y en la comisión de Presupuesto y Hacienda y refrendó después en Twitter el economista.

El economista reconoció que hasta que se logre la unificación cambiaria, "habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales". Y advirtuó que unificar el mercado de cambios, sin robusto superávit fiscal primario, y casi sin reservas, luce demasiado riesgoso". El norte debería ser ese, en un plazo aproximado de 3 años, aclaró.
márgenes de rentabilidad de empresas
La Vicepresidenta volvió a opinar sobre la economía tras el dato de pobreza que bajó al 36,5% según el Indec, donde la indigencia subió a 8,8% por el impacto de los precios de alimentos. Y le apuntó a los márgenes de rentabilidad de las empresas. A las puertas de que Massa anuncie un bono de Anses para sectores vulnerables gracias a la recaudación del dólar soja, Cristina aprovechó para reclamar "un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia".
Rubinstein, que viene de la consultoría privada, justificó la reacción de las empresas frente a los desbalances de la macro. Y aludió a la responsabilidad del Gobierno -que integra Cristina, aunque no la nombró.
"La culpa del desorden cambiario, las altísimas brechas, la obligación a financiarse a 180 días para importar, cupos, etc., etc., no la tienen las empresas. Aunque haya abusos normativos y corrupción. Es nuestra responsabilidad (gobierno) que todo esto mejore. En eso estamos", enfatizó.
De todas formas, consideró que "atacando inercia inflacionaria y procurando una razonable caída de márgenes empresariales, se podrá lograr que la inflación real se acerque a la "teórica" (impulso monetario de origen fiscal)"
El escenario soñado por Rubinstein es la macro de los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner. "Lo antes que podamos deberíamos volver a la macro del 2003-2005: superávit primario del 3% del PIB. Por ende superávit externo (cta cte del 2% PIB). Dólar único. Inflación del 5% anual (sin controles de precios). Tasa Lebac (Leliq) 6% anual. u$s 40.000 millones de Reservas Netas", detalló en redes, lo que sus seguidores consideraron una "expresión de deseo".













