

El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, comenzó a transitar los menos de 50 días que le quedan para cumplir con su tarea inicial apoyado en las facultades delegadas por el Poder Legislativo y anunció que no buscará renovarlas.
El funcionario, que cuenta en su despacho con un reloj que le marca cuál es la fecha límite para su trabajo, también dijo que, hasta la primera semana de julio, el Ejecutivo publicará decretos para, entre otras cosas, fusionar y cerrar organismos públicos y suprimir normas que él sostiene que no permiten el desenvolvimiento del libre sector privado.
"Nosotros simbolizamos la transformación del Estado, esa idea central de un Estado más chico para poder cobrar menos impuestos a la gente", sintetizó en diálogo con una agencia de noticias internacional.
Al ser consultado sobre el impulso a las desregulaciones y la posibilidad de renovar el pedido al Congreso, fue taxativo en la negativa: "Siempre la idea fue no renovarlas porque yo necesitaba que mi equipo estuviera muy consciente del tiempo que teníamos y todo lo que podemos hacer por facultades delegadas cuando venzan esos 53 días va a estar hecho".
"A mí me parece que el Congreso nos dio un año, fue una un tiempo muy generoso. Creo que ya lo hemos usado, como ningún gobierno de la democracia lo ha usado", añadió.
Explicó que en lo que resta del plazo, se van a fusionar organismos, se van a cerrar organismos, y otros se van a centralizar: "Tenías muchos organismos que habían crecido como organismos descentralizados y entonces eh tienen como una autonomía financiera que los había llevado al a una proliferación de trámites burocráticos solo fin de recaudar".
Para Sturzenegger la segunda etapa dependerá, en buena medida, del caudal de votos que logre el oficialismo en los comicios octubre.
Respecto del futuro, señaló que el Gobierno ve "una Argentina convergiendo muy rápido, mucho más rápido probablemente que ninguno de los analistas de mercado piensa" y anticipó que el país convergerá "a estándares internacionales de estabilidad macroeconómica".
"Me refiero a inflaciones como la que tienen los países desarrollados. La inflación es una aberración, es un impuesto a los pobres, destruye el sistema financiero, pero pienso que se va a dar incluso antes de lo que la gente piensa, nos va a obligar a replantearnos todas las rigideces que tiene nuestro mercado laboral", agregó.
Para el ministro, la hoja de ruta del Gobierno incluyela reforma laboral y la apertura económica: "La apertura es importantísima para que Argentina haga un upgrade de su estructura productiva. Creo que tiene un potencial en una economía abierta. Argentina tiene un potencial enorme"
La llegada de Tesla

En otro momento se le preguntó si imagina la llegada plena de las empresas del magnate sudafricano Elon Musk y puso como ejemplo el sector automotriz: "Ojalá que sí. De hecho, estamos en la parte final de una simplificación de todo lo que es el régimen de importación de vehículos. Lamentablemente estamos bastante atados de manos por el Mercosur en ese sentido, pero la última modificación de la ley de tránsito va a agilizar mucho la posibilidad de importación de vehículos para los particulares puntualmente"













