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Luego de asumir que en lo que va de la gestión que encabeza Javier Milei, cerraron 13.000 empresas, el titular de la Secretaria de la Pequeña y Mediana Empresa (Sepyme), Marcos Ayerra, presentó su renuncia y generó más desconcierto en un sector que reclama políticas para gestionar la crisis.

El Gobierno confirmó este miércoles que tanto Ayerra como Esteban Marzorati, secretario de Industria y Comercio, decidieron dejar sus funciones motivados por "temas personales y nuevos desafíos profesionales".

A partir de la decisión que tomó Ayerra "harto de que no le den bola", según comentan empresarios y emprendedores que acudieron a su despacho en busca de herramientas de alivio, la situación de las pymes se vuelve más compleja.

Aunque el Gobierno indicó que la estructura de la Sepyme, un organismo con 35 años, creado por el presidente Carlos Menem, permanecerá en funciones, desde el sector privado advierten por 2 temas concretos en los que Ayerra actuaba como "referente" y "transmisor" ante las autoridades.

"Mientras continúa el proceso de optimización de la estructura con el fin de volver más eficiente su funcionamiento, las Subsecretarías permanecerán en funciones reportando al Secretario Coordinador, Pablo Lavigne", indicó el comunicado oficial y confirmó que "los equipos de las Secretarías continuarán trabajando y los programas seguirán vigentes".

Si bien referentes pyme reconocen las "limitaciones" de Ayerra, por no contar con respuesta por parte de la cabeza de la cartera, bajo la órbita de Economía, aseguran que su rol fue clave para transmitir los riesgos de la apertura de importaciones y el salto en la energía que hasta se triplicó en electro intensivas.

La confirmación de que Lavigne concentrará la responsabilidad del sector pyme, acentúa la problemática ya que identifican al funcionario como el principal impulsor de la apertura "indiscriminada".

Sobre el cierre de la Sepyme, Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), se anticipó y señaló que "esta medida podría significar la sentencia a la desaparición de miles de pymes que requieren de una asistencia que nunca tendrán".

En ese sentido, Rosato pidió "revertir" la decisión que el gobierno está barajando, para "potenciar el apoyo a las pymes en un momento de crisis productiva que afecta a todo el territorio nacional" y pone al aparato productivo al borde del "estancamiento".

"Las pymes son el 98% de las empresas argentinas y generan más del 70% de trabajo del país", señaló en X Pablo Bercovich, director de la Consultora Marca PyME

"Todos los Estados que quieren desarrollarse tienen una área para trabajar las brechas de productividad que tienen con las grandes", agregó el ex subsecretario Pyme de la Nación.

Más turbulencia

Sin lograr revertir la caída del consumo, el segundo semestre de 2025, atravesado por los ruidos que genera el clima electoral, sumó turbulencia financiera con un salto en el dólar que presionará sobre la inflación de julio y agosto.

Según el Índice de Producción Industrial (IPI) elaborado por FIEL, la actividad industrial durante junio cayó 1,2% en la medición desestacionalizada contra mayo, mientras que en la comparación trimestral bajó un 0,8% contra el primer cuarto del 2025.

En este escenario, este martes, la Unión Industrial Argentina (UIA), puso el foco en el nivel de actividad y resaltó la importancia de "generar líneas de crédito para sostener la producción y el empleo".

Los miembros de la Junta señalaron que las tasas de interés deberían estabilizarse en un nivel razonable para la capacidad de las empresas, y destacaron la necesidad de crédito para sostener el capital de trabajo, en particular en las PyMIs industriales, en un contexto de presión sobre los costos.

En este contexto, el último relevamiento del Centro de Estudios (CEU - UIA) informó que la industria promedió una caída de 1500 empleos por mes en el último trimestre, según datos oficiales, con una caída acumulada de 37.000 empleos desde agosto de 2023. "La heterogénea recuperación iniciada el año pasado está mostrando cierto amesetamiento en los últimos 5 meses", destacó.

Además la entidad industrial, cuestionó la informalidad y el contrabando en aumento. "Es un riesgo para los consumidores, y genera una competencia desleal y una presión adicional sobre el sector formal de la economía, que está muy penalizado por la alta presión tributaria vigente", destacó.

Al mismo tiempo, sobre las medidas de apertura, retomó la advertencia de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afaca) sobre reglas de origen en el sector automotor en el acuerdo automotriz con Brasil, que "facilita la triangulación de piezas importadas desde terceros países, principalmente Asia".

Como ejemplo, un vehículo podría ser considerado origen Mercosur con solo el 16% de autopartes de la región, "en contra del agregado de valor local y regional".