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La campaña de Javier Milei transitó por diferentes estados a lo largo de estos meses. La irreverencia y la disrupción que venía emanando antes de las PASO fue confirmada con aquel primer puesto en agosto.

Si bien en las dos semanas posteriores esbozó un intento de pragmatismo, el líder de La Libertad Avanza finalizó por intensificar su discurso foguista, tanto en las declaraciones públicas como en las propuestas de su eventual gobierno, con el convencimiento puro de que, tarde o temprano, el partido tenía altísimas chances de inclinarse definitivamente para su lado.

Todo aquel paradigma parece haberse caído luego de que el último domingo 23 de octubre se conociera el virtual estancamiento de su proporción de votantes, sin siquiera poder quebrar los 30 puntos. "La deriva discursiva de los libertarios ayudó a potenciar el miedo y cimentó un techo de hormigón sobre la cabeza de Javier Milei", describió en un informe la consultora Zuban Córdoba.

El día de la elección, y a partir del mismo momento en el que las mesas testigos presagiaban como ganador a Sergio Massa por una diferencia sustanciosa, Milei ya había comenzado a tomar cartas en el asunto para dar un viraje de su campaña política y parte de su plan de gobierno, con un acercamiento preliminar con Mauricio Macri, con quien había dialogado en diversas ocasiones antes de las generales.

El famoso "acuerdo de Acassuso" terminó por sentar las bases de diversas modificaciones que, hasta entonces, eran una constante en el periplo electoral de Milei. Allí, el líder libertario aceptó flexibilizar su plan de gobierno y la conformación de su Gabinete, con tal de recibir el apoyo explícito de los referentes macristas.

Sin embargo, tal vez el punto más significativo de aquel acuerdo fue el otorgamiento de estructura con larga experiencia en la política de cara a la organización de la fiscalización en todo el país, así como en otros asuntos burocráticos.

La incorporación clave para la campaña de Javier Milei

Según revela uno de los protagonistas de las negociaciones a El Cronista, una de las incorporaciones más significativas es la de Paula Bertol, exembajadora de la Organización de Estados Americanos (OEA) durante el gobierno de Mauricio Macri, quien en la campaña presidencial de Patricia Bullrich fue una de las responsables del proceso de convocatoria y capacitación de fiscales que se encuentran por fuera de las estructuras partidarias; es decir, voluntarios.

El senador del PRO José Torello también está entre las principales figuras que aportarán sus décadas de experiencia para eficientizar la maquinaria libertaria.

El rol de Bertol en las campañas electorales no es nuevo. Justamente resignó su cargo en la OEA para mejorar el reclutamiento de fiscales de cara a la campaña del "Sí Se Puede" de Macri en 2019, que tenía por objetivo revertir el gran resultado adverso de las primarias para ingresar en una segunda vuelta.

Según estimaciones de uno de los responsables de la organización de fiscalización de La Libertad Avanza, Fernando Cerimedo, su alianza partidaria precisa alrededor de 300.000 fiscales para "cuidar la boleta" libertaria en cada una de las mesas de todo el país, para además sumar responsables en todos los establecimientos de votación. Aun así, en todo el país hay 105.243 mesas -sin contar los distritos del exterior y personas privadas de su libertad-.

Estimaciones indican que el aparato liderado por Mauricio Macri podría aportar más de 100.000 fiscales, lo que serviría para, de mínima, cubrir una gran porción de las mesas nacionales. El antecedente de las PASO y las generales dejaron un dolor de cabeza en la mesa chica libertaria, por lo que la expertise macrista busca cubrir un hueco que puede resultar determinante en una elección que cada uno de los votos cuenta como si fuera oro.

En tanto, Bertol pactó una reunión con Guillermo Francos para este lunes por la mañana, con el objetivo de comenzar a delinear las prioridades de la planificación electoral. El eventual ministro del Interior de Milei ya se mueve como gestor a tiempo completo de la campaña libertaria y como vocero ante los medios de comunicación. El resguardo de las demás figuras del espacio que antes frecuentaban las señales televisivas y radiales cayó significativamente. El objetivo es claro: reducir al mínimo los errores no forzados que sí se cometieron a días de las generales.

La acusación de fraude que está aflorando en redes

Quienes salieron a jugar, por otro lado, fueron las cuentas libertarias con más influencia e interacción en redes sociales (particularmente en X y en TikTok), que comenzaron a difundir desinformaciones como la de un supuesto fraude electoral por la diferencia de algunas actas al respecto de sus telegramas de votación.

Esto podría constituir un caldo de cultivo de cara al balotaje, en donde la distancia entre ambos candidatos suele ser pequeña y la sensibilidad de los votantes más encolerizados, mayor. Los ejemplos más cercanos en el tiempo salen de memoria: Estados Unidos y Brasil.

El Miembro de la Red Mundial de Justicia Electoral, Alejandro Tullio, salió a hablar ante esta nueva tendencia y sentó su posición en su cuenta de X: "Si siguen hablando de fraude sin saber cómo se llega al resultado están estafando a quien los lee. No puede haber fraude con los datos del escrutinio provisorio porque no es con esos documentos que se cuentan los votos a los efectos de proclamar ganadores".

"El provisorio es un adelanto incompleto y provisional que se difunde a efectos informativos y para detectar errores de confección y hacer los reclamos pertinentes. Esos reclamos se efectúan en el definitivo que es un procedimiento judicial donde se revisan todas las mesas".

Desde la Dirección Nacional Electoral (DINE), en tanto, agregaron al portal Infobae: "Todo el mundo tiene acceso a la fiscalización. Si hay un error, es de una persona entre miles que trabajan en la elección, y está dentro del margen de error. Al final del camino, el planteo general debería ser ver los resultados definitivos y provisionales, donde se observa que no hay mayores diferencias".