El Gobierno atraviesa una discusión por la expansión de la deuda. Mientras la oposición acusa un endeudamiento externo récord y cuestiona la sostenibilidad de la deuda, el Gobierno argumenta que en el total se contrajo. Por su parte, el FMI consideró en la primera revisión del programa que la deuda con de Argentina se mantiene sostenible en el mediano plazo, pero que a pesar del ajuste fiscal y la extensión de los vencimientos de deuda interna, el riesgo país sigue alto por la falta de acumulación de reservas, por lo que el Gobierno debe avanzar en reducir los riesgos vinculados a la deuda. Según el organismo, la deuda total del sector público asciende al 73% del PBI, una reducción respecto de los años anteriores, en especial contra 2023, cuando alcanzó el 154%. Sin embargo, medida en dólares, da cuenta de un aumento de u$s 367 mil millones en 2023 a u$s 462 mil millones. El FMI destacó que el Gobierno sostiene el ancla fiscal y que alcanzó un superávit primario del 0,8% del PBI, mejorando el desempeño acordado. Pero los intereses de la deuda implican un desafío para esto. "Calculado con base en los pagos de intereses en efectivo declarados por las autoridades, que excluyen los pagos de intereses capitalizados registrados por debajo de la línea. Incluir todos los pagos de intereses capitalizados al sector privado por encima de la línea implicaría un déficit general de caja de aproximadamente el 1,2 % del PIB", detallaron desde el FMI. Además, insistieron en que el país debe mantener el progreso en la mejora del perfil de la deuda y el reestablecimiento del acceso a los mercados internacionales para conseguir "mejores condiciones para refinanciar grandes obligaciones cambiarias y reducir la exposición a acreedores preferentes sin aumentar el endeudamiento general ni agravar las vulnerabilidades". En materia de juicios, como el de YPF, plantea que "se deben continuar las negociaciones de buena fe para resolver los cronogramas de pago de litigios y dialogar con los demandantes en los casos pendientes". Por su parte, el Gobierno sostiene que los intereses de la deuda se contrajeron respecto del PBI. El ministro de Economía, Luis Caputo, compartió en sus redes sociales una publicación del asesor del presidente Ramiro Castiñeira en el que destaca que los intereses de la deuda pública cayeron 10% del PBI. "Si no hubiéramos hecho lo que explica acá Ramiro, al principio del mandato en lo monetario/financiero/cambiario, hubiéramos caído en hiperinflación en 2 meses, AUN con equilibrio fiscal", escribió el funcionario. "Esto hubiera sido devastador, no solo económicamente, sino a nivel de la batalla cultural, porque el kirchnerismo lo hubiera aprovechado para engañar a la gente (una vez más!), haciéndoles creer que la híper se había gatillado "precisamente" por haber hecho un ajuste fiscal! Y de eso ya no hubiéramos podido volver, convirtiéndonos en Venezuela. Hoy, todo el mundo sabe que evitamos lo que hubiera sido la peor crisis de nuestra historia, y que el orden de las cuentas públicas jugó un rol fundamental. Pero pocos saben (por ser más complejo de entender) que lo que se hizo a nivel monetario fue tan trascendental!", dijo Caputo en sus redes sociales. Castiñeira por su parte explicó que la deuda pública del Gobierno Nacional y el Banco Central pasó de 12% del PBI en 2023 al 1,5% en 2025. "Es decir, la carga de intereses de la deuda pública bajó más de 90% al frenar la demencia de las Leliqs", subrayó. Además, agregó que el gasto público en intereses de la deuda en 2023 fue el más alto de la historia argentina y que el ajuste de 2024 fue principalmente el desarme de la "bicicleta financiera de las Leliqs". "Se limpió el balance del BCRA. Se pasó la deuda del Banco Central (ex leliqs, ex lefi), hoy en Lecaps (letras que capitalizan los intereses), es decir que no pagan cash. Según el FMI, tras bajar la tasa y el stock de deuda del Banco Central que pagaba 10% del PBI, ahora los intereses que se capitalizan son poco más de 1,5% del PBI", agregó el economista. En paralelo, el perfil de deuda en pesos cobra un matiz más desafiante hacia fin de año. Según analizó Adcap sobre los vencimientos de deuda del Tesoro y el Banco Central, "es probable que las tasas de renovación sean más bajas esta vez, ya que los bancos -particularmente aquellos que enfrentaban una escasez de liquidez mayor- optarán por mantener mayores colchones".