

Luego de seis meses consecutivos de déficit en la balanza comercial, los datos de intercambio bilateral con Brasil arrojaron en septiembre un "salomónico" empate.
Rara vez ocurre en el comercio exterior pero en esta ocasión, el habitual rojo de la balanza comercial con el socio mayor del Mercosur se transformó en neutro, a partir de exportaciones e importaciones que totalizaron, cada una por su parte, u$s 988 millones el mes pasado.
Así lo informó esta tarde la Secretaría Especial de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales, dependiente del Ministerio de Economía de Brasil.

Tras relevar el monto de las operaciones de la última semana, el acumulado del mes arrojó exportaciones argentinas por u$s 988 millones, un incremento de 36,8% en relación al mismo mes de 2020.
Por su parte, las importaciones también terminaron en u$s 988 millones, pero en este caso, el aumento interanual fue algo más modesto, en torno al 21,5%.
En el detalle de alzas y bajas, el organismo que depende del ministro de Economía Paulo Guedes, señaló que las exportaciones de vehículos de pasajeros, un producto clave en el intercambio comercial entre ambos países, se contrajeron nada menos que 50% en el mes.

La última semana, Guedes se manifestó a favor de otorgar una suerte de waiver a la Argentina para no impedir que el Mercosur se modernice. "Hay tres que quieren cambiar el Mercosur y Argentina no. Entendemos que no pueda abrir ahora, por su economía complicada, pero le dijimos que le damos el waiver para volver en dos o tres años para que esto no nos impida avanzar", resaltó.
Si bien no hay precisiones sobre las razones de la merma en las importaciones, todo indica que, en parte, responde a ciertos faltantes de insumos en la industria a nivel internacional, en especial en el sector automotor.
Pero tampoco puede descartarse un "freno" de la Secretaría de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, al ingreso de vehículos importados, para cuidar los dólares escasos del Banco Central.
La secretaría a cargo de Ariel Schale es la que maneja el tablero de pedidos de autorización para importar, definiendo aprobaciones o rechazos de licencias no automáticas y SIMI, pero también las urgencias que devienen de la disponibilidad de dólares en el Banco Central.

Con el resultado de septiembre, en el acumulado de los primeros nueve meses del año, las exportaciones argentinas a ese destino totalizaron los u$s 8141 millones, mientras que las compras a ese país treparon a u$s 8743 millones.
De esta manera, el saldo comercial en lo que va del año acumula un déficit de u$s 602 millones.

Desde la consultora Abeceb, destacan que "las previsiones sobre un mercado cambiario más estresado en los próximos meses conduciría a potenciales dificultades adicionales para acceder al MULC (Mercado Libre y Único de Cambios) y la aprobación de SIMIs, lo cual afectaría a las importaciones".
Explica también que una brecha cambiaria más elevada que la actual en la primera parte de 2022, junto a mayores expectativas de devaluación "podrían inducir un adelantamiento de compras y postergación de ventas, profundizando el sesgo deficitario del intercambio".
Pero no descarta la persistencia de dificultades en las cadenas de suministro globales, "generando escasez de ciertos insumos clave (como los chips), afectando la dinámica productiva de algunas industrias, y con ello, del comercio entre países".
Y hasta incide el factor climático, con la mayor bajante del río Paraná en más de 70 años, "sin perspectivas de mejora significativa en el corto plazo, puesto que puede entorpecer el normal flujo de comercio entre ambos países", remató Abeceb.













