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La pelea entre la Casa Rosada y la Asociación del Fútbol Argentino suma hoy un nuevo capítulo luego de que el Gobierno decidiera prácticamente duplicar la alícuota que los clubes pagan en concepto de aportes previsionales, un gesto que desde las entrañas de la administración definieron como "un vuelto" por diferendos de largo historial entre las partes.
Desde el primer día, el presidente Javier Milei ha empujado la apertura del modelo societario de los clubes de Fútbol, insistiendo con la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas, un modelo rechazado de plano por la conducción de la AFA y, en especial, de su titular, Claudio "Chiqui" Tapia.
Con ese trasfondo, el Gobierno aumentó hoy la alícuota de retención y percepción que pagan los clubes al sistema de seguridad social del 7,5 al 13,06 por ciento, una medida que una fuente calificada relacionó con los cruces que algunos dirigentes de la AFA han mantenido en las últimas semanas con algunos funcionarios. El caso más resonante fue el que mantuvieron Pablo Toviggino -hombre fuerte de la gestión Tapia- con la ministra Patricia Bullrich por la vuelta de las parcialidades visitantes a los estadios argentinos.
Al fundamentar la resolución, desde el Gobierno hablaron del déficit que generaba en el sistema previsional medidas el régimen especial que tenía la AFA. Mientras tanto, desde la calle Viamonte, sede de la AFA, confirmaron a El Cronista que se preparaba una respuesta que se conocería hoy.
Mientras tanto, el ministro de Modernización, Federico Sturzeneger, hizo de vocero gubernamental señaló que mientras las ventas de jugadores de fútbol dejaron ingresos por u$s 324 millones, "a la hora de pagar los aportes y contribuciones a la seguridad social la actividad que genera estos ingresos es subsidiada por los jubilados".
El origen del diferendo se remonta a un cuarto de siglo atrás, a los convulsos años del comienzo de siglo, cuando la AFA consiguió un régimen especial de aportes para eludir las contribuciones generales. El sistema diseñado suponía el pago de una alícuota que se calculaba sobre entradas, transferencias y derechos de televisación que rondaba el 2%.
Ese porcentaje se fue aumentando. En 2005 se subió a 6,5%. La última modificación se produjo en medio de la campaña electoral de 2023, cuando los clubes de la AFA se pronunciaron en contra del proyecto de las SAD que ya mencionaba el por entonces candidato libertario, Javier Milei. En aquella ocasión se habló de un alineamiento entre la AFA y el candidato del Peronismo -y por entonces ministro de Economía- Sergio Massa.
Allí se fijó un "régimen especial de retención y/o autorretención para el ingreso de cotizaciones con destino a la seguridad social", fijando la alícuota en 7,5%, incluyendo a la AFA como agente de percepción.
Según las estimaciones oficiales, entre noviembre 2023 y abril 2024, el régimen solo cubrió 57% de las obligaciones, con un déficit de $7.000 millones. Además, algunos clubes encontraron aparentes vericuetos para no aportar, como la venta de abonos que no tributan como entradas.
Sturzenegger pone como ejemplo los aportes realizados por dos clubes de primera división: "Vélez contribuía 12.000 dólares por 714 empleados y River 27.000 como aportes jubilatorios de 1.530 empleados. Esto aun cuando ambos clubes declaran en sus balances del ejercicio 2024 ganancias de 28 y 65 millones de dólares".
En octubre 2024, la Casa Rosada buscó obligar a los clubes para alcanzar un sistema sin déficit o volver al régimen general. Sin embargo, la AFA consiguió una medida cautelar para no innovar y dejar la situación en el mismo estado en el que había quedado sobre el final de la administración de Alberto Fernández.
La respuesta de la AFA
La contestación llegó en forma de comunicado oficial y con un título más que sugerente y con un claro acento político: "La mentira, a la orden del día. La única verdad es la realidad".
La AFA señala que 2024 se estableció un Comité integrado por representantes de la entidad, de los clubes y del Estado para debatir una alternativa sostenible.
Según esa versión, el Comité mantuvo reuniones en las que los clubes, junto con la AFA, propusieron una reforma que implicaba que cada entidad pague los aportes generados por su propia masa salarial, aumentando la alícuota del 8% al 8,5%. Con este ajuste, se lograría cubrir el déficit de 16.708 millones informado por el organismo recaudador (ARCA), sin necesidad de subsidios estatales ni garantías externas.
Para la AFA, la decisión del Gobierno de aumentar las alícuotas contradice lo trabajado por el Comité, donde incluso funcionarios estatales habían propuesto aumentos "mucho más moderados".
La entidad madre del fútbol dice que la medida es "una forma más de dañar a las instituciones" y dispara: "Lo único que le interesa (al Gobierno) es presionar a los clubes Entidades sin fines de Lucro y ahogarlos para que permitan incorporar la SAD, que no es otra cosa que permitir el ingresos de capitales golondrinas para hacer negocios con nuestros Clubes y jugadores formados en nuestras canteras".












