En los últimos meses el gabinete económico puso un paño de agua fría sobre los sectores que mayor peso mostraron en el Incide de Precios al Consumidor (IPC) en el primer semestre del 2022, sin embargo, pese a la desaceleración, sectores claves superaron la barrera de los tres dígitos en el acumulado de los 12 meses. En la cima, Prendas de vestir y calzado, una industria apalancada por el control de importaciones que firmó, al menos, tres acuerdos de precios con la Secretaria de Comercio a lo largo del año, anotó 120 %. A nivel regional el mayor incremento lo registró el Noroeste con 123,8 %; el Gran Buenos Aires (GBA) y la Patagonia alcanzaron un 121 %; la zona Pampeana, 120,5 % y, por último, Cuyo y Noreste sumaron 117, 6 y 115, 5 por ciento en los últimos 12 meses. Luego, casi 12 puntos por debajo, Restaurantes y hoteles acumuló 108,8 %. La actividad directamente vinculada al turismo que se recompone después de la pandemia con fuerte impulso del programa PreViaje, alcanzó su mayor alza en la Patagonia (124, 1 %). Por debajo del cien por ciento, pero arriba del nivel general de inflación que cerró en 94,8 %, se ubicaron Bienes y servicios (97,8 %); Equipamiento y mantenimiento para el hogar (97,2 %) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (95 %). El rubro que cobra mayor importancia en las canastas de consumo, mostró una desaceleración en el último trimestre a partir del mayor control y el lanzamiento de una versión renovada de acuerdo de precios que cerró el ministro de Economía, Sergio Massa, con las principales cadenas de consumo masivo, a cambio de disponibilidad de dólares para importar insumos. En diciembre la categoría alimentos creció 4,7% y fue la que más incidió en la mayoría de las regiones, con alzas destacadas en frutas; aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos; pan y cereales. En la medición por regiones, el GBA se ubicó al tope de los incrementos con 5,3% en diciembre (95,2% anual). Le siguieron la Región Pampeana 5,1%, Cuyo 5,0% y Noroeste 4,8%. Las categorías que tuvieron un incremento en línea o por debajo de la inflación global fueron Bebidas alcohólicas (92 %); Salud (90,9 %); Educación (86,3 %); Transporte (86,2 %); Recreación y cultura (83,2 %). Por último, entre los rubros de menor variación se destacó la medición que incluye gastos en vivienda, servicios como agua, electricidad e incluso combustibles (80,4 %); y casi treinta puntos por debajo del IPC, las Comunicación (67,8 %). En relación al índice general, la región del Gran Buenos Aires registró la inflación más alta del país con 5,3%, mientras la Patagonia logró el menor nivel, 4,5%. Lejos de los "shocks" que marcaron el 2022, con el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania y, en el plano local, la salida del ministro Martín Guzmán, los analistas coinciden al marcar un cambio de dinámica con la renovación del gabinete económico y políticas que "contribuirían a una lenta tendencia a la moderación de la nominalidad". Santiago Manoukian, economista de Ecolatina mencionó, entre ellos, "la moderación en el crawling peg en el tipo de cambio oficial en conjunto con un set de acuerdos de precios que se han cerrado recientemente liderados por Precios Justos, pero también medicamentos, combustibles, textiles, insumos difundidos". Sin embargo, advirtió sobre la presión de la sequía en el precio de alimentos, la dinámica salarial y los ajustes pendientes en las tarifas de servicios públicos, lo que no permite prever un escenario de "baja permanente en la dinámica de la inflación en los próximos meses". En relación a marzo, Claudio Caprarulo, economista de la consultora que dirige Ricardo Delgado, indicó que "es un mes con estacionalidad en la inflación, se renuevan muchos contratos de la economía y también está el regreso a clases; "Eso, en un escenario base -aclaró- donde el Gobierno logra mantener las cotizaciones del dólar oficial y los paralelos a una tasa controlada; y, en ese marco, también entendemos la activación del swap con China por u$s 5000 millones". Desde Paridad en la Macro, las economistas Anahí Rampinini y Denisse Capart apostaron por una leve desaceleración, con "picos más bajos", pero pusieron el foco en los precios "regulados" y la incidencia de "shocks externos", para cumplir la meta oficial.