

Ante las versiones de un inminente levantamiento de la toma por el que está suspendida la producción de gas y petróleo en los yacimientos de YPF en Loma La Lata y Loma Campana, la petrolera salió a aclarar que esta mañana seguía el bloqueo a esas instalaciones por parte de la comunidad Paynemil, que, según la empresa, pone en peligro el abastecimiento de gas y combustibles.
“Según las primeras estimaciones, la compañía confirma que se tuvieron que cerrar 400 pozos de petróleo, 300 pozos de gas, 15 plantas de separación primaria de gas, 8 baterías, 2 plantas de procesamiento de gas y 1 planta de tratamiento de crudo”, estimó YPF en el comunicado que sacó esta mañana, en el que mostró los primeros números del conflicto.
La comunidad mapuche mantiene bloqueado desde hace días los accesos a los yacimientos y obligó a levantar las guardias de producción. Ante los riesgos que implicaba la continuidad de las operaciones en esas condiciones, la petrolera suspendió ayer toda la producción. Los mapuches protestan por un reclamo territorial que incluye las supuestas construcciones ilegales del padre del intendente de Añelo. Según YPF, el reclamo carece de sustento.
“El impacto de estas paradas en la de producción es de 16.000.000 metros cúbicos por día de gas y de 32.000 barriles por día de crudo. Esta pérdida de producción significará para YPF una millonaria caída de ingresos”, afirmó la compañía.
La merma en la producción de gas representa más del 13,5% del promedio diario de producción diaria del país durante el segundo trimestre (117.858 metros cúbicos, según el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas), y la de petróleo, de más del 5% (los 32.000 barriles representan algo más de 5000 metros cúbicos, contra una producción diaria de 84.962 metros cúbicos, también según el IAPG).
La compañía advirtió además que, una vez que se levante el bloque y se decida retomar la producción, “el proceso de puesta en marcha de los yacimientos afectados demandará entre 24 y 48 horas” y “serán necesarias más de 100 personas para desarrollar las tareas de normalización”.













