

Eduardo Levy Yeyati y Miguel Kiguel analizaron hoy en El Cronista TV la situación económica de cara a las elecciones del próximo 22 de noviembre y cuáles son los principales desafíos para el próximo gobierno.
En relación al cepo cambiario, ambos coincidieron que hay que eliminar las restricciones, aunque Kiguel remarcó la importancia de realizarlo “en etapas”.
“Lo fundamental es hacerlo en etapas, lo mas rápido que se pueda y poniendo el foco en que lo mas urgente son las importaciones, porque hay empresas que no puede producir”, aseguró Kiguel, economista ligado al equipo técnico de Macri.
Consultados sobre la factibilidad de eliminar el impuesto a las ganancias, si bien coincidieron en que sí es necesario revisarlo, tuvieron algunas diferencias en relación a la implementación de la medida.
“Ganancias siempre fue uno de los impuestos más justos, pero tenemos que ponernos de acuerdo en cuál es el umbral debajo del cual no se cobra y mantener ese umbral, porque la inflación lo hizo muy regresivo”, consideró Levy Yeyati.
A su turno, Kiguel consideró que sí es posible implementar una modificación de la escala porque “no es un monto tan grande” el que resignaría la AFIP si revisa el tributo, aunque remarcó que esta medida debe tomarse en el marco de un “paquete fiscal” que debe contemplar la reducción del déficit en dos puntos porcentuales.
La negociación con los fondos buitre también fue un tema contemplado en la emisión televisiva.
Levy Yeyati analizó que “hay que llegar a algún acuerdo” porque “para conseguir dólares ya no alcanza con las emisiones que se vienen realizando” y que hay “que emitir en Nueva York”, aunque relativizó: “Tampoco podés sentarte a pagarle a todos, y menos ahora que entraron los me too. Hay que negociar desde una posición de fuerza y esto implica no en medio de una corrida cambiaria”.
Kiguel se diferenció de esa postura y aseguró que “los buitres saben que vamos a negociar desde una posición de debilidad” y consideró que, si se les hace notar que una negociación sin una quita de una gran parte de la deuda, no será aprobada por el Congreso argentino. “Hay que conseguir apoyo del gobierno de Estados Unidos. Hay una buena chance”, remató.













